El Café Gijón se queda sin su terraza
El Consistorio la adjudica finalmente a otra empresa que ofreció el doble
El quiosco de bebidas con terraza ubicado en el bulevar del paseo de Recoletos, frente al número 21, ya no pertenece al histórico Café Gijón, situado justo a esa altura. El Ayuntamiento de Madrid aprobó el pasado viernes el decreto por el que se adjudica la explotación del templete a la empresa Endre Santa Engracia, en virtud de un concurso público al que también se presentaron los propietarios del café. El precio de salida era 65.000 euros. La empresa adjudicataria —ganadora hace meses de un concurso municipal para los quioscos de Madrid Río— ofreció 144.000 euros; los dueños del café, 70.000. El Ayuntamiento sólo ha puntuado la oferta económica, sin sopesar otros valores; el líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky, propuso que se tomaran en consideración también criterios culturales.
La concesión se hace por 15 años, prorrogables en periodos de igual cuantía hasta sumar un máximo de 75 años. La concesión anterior, en manos del Café Gijón durante décadas, ascendió en su última etapa a 46.000 euros anuales, por lo que el nuevo precio supone un incremento superior al 200%.
Un portavoz del Café Gijón, José Bárcena, afirmó en febrero a este diario que la pérdida de la terraza ponía en peligro el futuro de la empresa, o al menos de sus 42 empleados.
El café fue fundado en 1888 por Gumersindo García, y durante años ha ejercido como un polo intelectual de la ciudad. En sus mesas han tamborileado los dedos y alzado la voz los dramaturgos Antonio Buero Vallejo y Enrique Jardiel Poncela; los escritores Camilo José Cela y Rafael Sánchez Ferlosio; y los cineastas Rafael Azcona y Luis García Berlanga, Fernando Rey y Fernando Fernán Gómez.
El Ayuntamiento ha defendido la convocatoria del concurso para conceder la explotación del quiosco a la oferta más ventajosa: “Lo contrario sería incurrir en prevaricación”. Para amortiguar el golpe, invitó a los propietarios del café a solicitar una terraza en un espacio contiguo. Se trata de una superficie de 100 metros cuadrados (frente a los 174 del quiosco) en el mismo bulevar, pero sin cocina ni cafetería. El vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, adelantó además que se podría hacer un cerramiento acristalado estable.
“Ayer servimos tres cenas en el café y 30 en la terraza. Si no la tuviéramos, tendríamos que cerrar los cuatro meses de verano”, explicaban ayer los dueños del café a este diario. El concejal del distrito Centro, Enrique Núñez, defendió por su parte el concurso público, pero se mostró muy comprensivo con el café y su importancia histórica. Avanzó que los dueños van a impugnar la adjudicación por la vía contencioso-administrativa, lo que paralizará todo el proceso. En principio, el café podía seguir explotando el quiosco hasta realizarse la nueva concesión.
Además, el concejal señaló que los dueños aún no habían contestado a su oferta para poner una terraza en el espacio contiguo; según sus cálculos, eso le costaría al café 6.000 euros, frente a los 144.000 euros que pagará la otra empresa por explotar los 174 metros cuadrados del templete.
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