Basagoiti se erige en el candidato contrario a las “patrias imaginarias”

“Aquí [en Euskadi] también tenemos otra prima de riesgo, la del aislamiento y la separación, la de la independencia”. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, fue presentado ayer en Bilbao, arropado por las principales figuras y responsables institucionales del partido en Euskadi, como candidato a ocupar la Lehendakaritza tras las próximas elecciones autonómicas, que aún no tienen fecha.

Basagoiti centró su primer discurso tras haber sido designado oficialmente como candidato del PP en el que sin duda será el leitmotiv de su partido en la carrera hacia Ajuria Enea, evitar el objetivo de una “minoría”, la independencia, una reivindicación que consideró “dar la razón a ETA”, “una separación que arruina nuestro futuro” que devolvería al País Vasco “a la edad de piedra” y que respondería a “patrias imaginarias”. Pero también tuvo palabras para el que será el reto interno del partido, minimizar los efectos que los recortes del Ejecutivo central están teniendo en la ciudadanía, con el fin de que no afecten a sus resultados en las urnas.

El presidente del PP vasco trató de apelar a una “mayoría”, la que no desea la independencia. “Somos el 51%, por lo menos, los que no queremos volver al País Vasco dividido, no queremos alambradas ni fronteras”, dijo, un porcentaje que estuvo muy presente en un discurso que duró cerca de media hora. El último estudio realizado por el Gabinete de Prospecciones Sociológicas del Gobierno vasco, de marzo de este año, recoge que el 23% de los encuestados apuesta abiertamente por la independencia.

Alerta del riesgo de volver a “los presupuestos decididos por Otegi”

Basagoiti cargó contra EH Bildu porque sus caras visibles “tienen los mismos objetivos de siempre” y porque la coalición abertzale se presenta “como gente de paz confundiendo con palabrería y cortinas de humo” y sin reconocer el daño causado a las víctimas del terrorismo.

El candidato del PP vasco advirtió además del peligro de volver a “la década de los planes Ibarretxe, de los presupuestos decididos por Otegi y de las persecuciones ideológicas o lingüísticas” y no dudó en hacer un llamamiento a aquellos votantes del PNV preocupados por la “deriva a la que lleva seguir la estela de la independencia que marcan ETA y Bildu”.

Mensaje para la derecha nacionalista descontenta para que vote al PP vasco, y para la izquierda constitucionalista, a la que dijo comprender por la “frustración” que están generando los últimos meses de gestión del lehendakari López. Los votantes “no entienden el desvarío” de López, explicó, ni su “poca responsabilidad en momentos tan difíciles”. “Ser vasco no es romper amarras, dejar un País Vasco a la deriva, dejándola hundirse antes que verla navegar en el mismo rumbo de España”, insistió, apuntando a este último y a su negativa a aplicar los recortes decretados por el Gobierno central, “eso no es ser vasco, eso es ser ciego y querer seguir siéndolo”, ha dicho. Basagoiti criticó con contundencia al que fuera hasta hace poco más de dos meses su socio, al que acusó también de “dejar escapar una oportunidad política de tanta trascendencia” y de centrarse exclusivamente en oponerse a los recortes del presidente del Gobierno, en vez de “arrimar el hombro para vencer la crisis y evitar la intervención”.

El ‘lehendakari’ “es ciego y quiere seguir siéndolo” ante la crisis

Basagoiti quiso encarar con cierta humildad el que será uno de los principales retos de la campaña del PP vasco, neutralizar el efecto de los recortes de Mariano Rajoy en su electorado en Euskadi, con los resultados de las elecciones andaluzas bien presentes. En este sentido, dijo “comprender el enfado” de los afectados por los recortes del Gobierno central pero aseguró que “son la salida de la crisis de mañana”. Horas atrás, la presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, reconocía que las medidas generarán un “desgaste” en su partido.

Asimismo, se erigió en el defensor del Estado de las autonomías frente a la independencia, pese a las numerosas voces que censuran el afán recentralizador de su partido con las medidas del Gobierno central, criticado por el Gobierno vasco, el catalán o el andaluz, entre otros, por invasión de competencias.