Tres, dos, uno… ¡Jazz!

Se acabó la espera, el Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz ha llegado. Tenemos desde hoy y hasta el sábado una completísima agenda de conciertos pensados para dejarnos llevar libremente por este magnífico género musical y, por qué no, desconectar un poquito nuestras cabezas del complicado día a día que vivimos.

Los organizadores del festival, una vez más, se han dejado la piel en satisfacer todos los gustos musicales, no sólo los de los más puristas, sino los de todos aquellos que simplemente saben apreciar el inconfundible talento y espíritu musical que atesoran los maestros de este potentísimo género.

Y aquí vuelvo al punto que desarrollé hace unas semanas en este diario: Pat Metheny. Si bien es cierto que el gran cartel de este año es también patrimonio de artistas como Sonny Rollins, Gilberto Gil o Joe Lovano, el de Kansas City es sin duda, y disculpadme la insistencia, uno de los más potentes del festival.

En esta ocasión, el guitarrista estadounidense se acerca a Vitoria con Unity Band, un pletórico cuarteto compuesto por el saxofonista Chris Potter, el contrabajista Ben Williams, el baterista mexicano Antonio Sánchez (asiduo compañero de Pat) y el propio Metheny. Para los amigos de los datos: hacía más de 30 años que Pat Metheny no compartía escenario con un saxo tenor desde que en los años 80 lo hiciera con Dewey Redman y Michael Brecker. Así que un motivo más para acudir a ver al de Kansas City.

Dentro de las actuaciones de menos relumbrón, por cartel pero no por talento, me encantaría destacar al grupo Phronesis. Este trío escandinavo y británico engancha desde la primera hasta la última nota. Los músicos del norte de Europa han solido tener la fama de ser muy fríos en la manera de desarrollar su música y la verdad es que sin saber muy bien a qué se refiere, por regla, a esta presunta frialdad, Phronesis despliega, contra todo pronóstico, una vitalidad y una intensidad exultantes.

Otra de las actuaciones más interesantes de la agenda del festival vitoriano será la del pianista italiano Stefano Bollani. Se trata de un inmejorable representante de la parte más mediterránea del jazz contemporáneo. Su música es tensión constante y ello ayuda al público, incluyo al más impaciente, a conectar directamente con la esencia de los músicos desde el minuto uno.

Para los amantes del instrumento más antiguo que conocemos, la voz, el Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz nos regala a Esperanza Spalding. Esta sensacional vocalista, que llama la atención nada más subirse al escenario por su inconfundible belleza y por su no menos llamativo cabello, posee un timbre delicado, armonioso y acogedor que combina inteligentemente con destellos de potencia y rabia.

A Esperanza no la podríamos encajar en un determinado estilo musical ya que se ha movido muy cómodamente entre el funk, el R&B, el jazz contemporáneo y otros estilos más clásicos como, por ejemplo, la bossa nova. Además, y por si fuera poco, Esperanza es una competitiva contrabajista que ha demostrado su talento en todos los género que holgadamente domina.

Quienes, a su vez, estén un poco saturados del jazz más ortodoxo o clásico tendrán la oportunidad de acudir al concierto de The Soul Rebels. Estos espíritus rebeldes del jazz más gamberro harán saltar, agitar los brazos y mover el esqueleto a todo aquel que se acerque por el Polideportivo de Mendizorrotza, el próximo miércoles. Si pensabais que el jazz podría ser aburrido es que no conocíais a The Soul Rebels.

El Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz nos está malacostumbrando a tener siempre lo mejor de lo mejor. Ahora le toca al público aprovecharse de todo el festival y su genial atmósfera que transforman la capital alavesa en una ciudad al más puro estilo de Nueva Orleans.