Oubiña: “Si hay igualdad, que Urdangarin se siente en el banquillo”

Haciendo uso de la última intervención en el juicio por blanqueo que ayer quedó visto para sentencia, el narco Laureano Oubiña reclamó “igualdad ante la justicia” a la magistrada que presidió el tribunal de la Audiencia Nacional. “Si somos todos iguales ante la ley, me gustaría ver sentado, si llega a juicio, al yerno del Rey [Iñaki Urdangarin] por lo que esté siendo investigado”, dijo. Oubiña, que se negó a declarar en la primera jornada del juicio, tuvo palabras de reproche por el trato recibido por jueces y fiscales de la Audiencia Nacional, similares a otras pronunciadas antes.

“No entiendo ni alcanzo a entender por qué yo tengo que ser juzgado en esta Audiencia", incidió el polémico narcotraficante. En su comparecencia también se refirió al discurso navideño del Rey, recordando ante la sala la frase que pronunció al referirse a proceso abierto contra Urdangarin. “Escuché decirle a su majestad que todos deben ser iguales ante la ley y yo entiendo que así debiera ser, por eso me gustaría ver a su yerno sentado como yo, si llega a tener un juicio”, apuntó Oubiña. Su alegato fue interrumpido por la magistrada que presidió el tribunal, Teresa Palacios, que le pidió que se abstuviese de realizar ese tipo de comentarios. “Entonces no tengo nada más que decir”, concluyó el acusado.

 La última sesión de este juicio contra Oubiña que comenzó el lunes concluyó con los informes del ministerio fiscal y de las defensas. El fiscal antidroga Luis Ibañez elevó a definitivas las penas solicitadas para Oubiña de ocho años de prisión y cinco para su novia, la italiana Tiziana Cardarelli, además de una multa de 13 millones de euros para cada uno. Sin embargo, aunque mantuvo la condena para el primo de Oubiña, José Piñeiro, que declaró contra él en el juicio, le retiró la multa.

Piñeiro era la persona que, según el fiscal, manejaba el dinero de su primo cuando este se encontraba en prisión. “Pero no como administrador de su pariente sino con plena conciencia de que los activos de Oubiña necesitan de esa gestión”, dice la fiscalía, que apunta al narcotraficante como “el organizador de todos”.

La defensa de Oubiña y Cardarelli pidió la nulidad de las escuchas telefónicas de la policía y planteó la imposibilidad de que Oubiña pudiese infringir la ley dado su situación penitenciaria como preso en régimen de Fies (Fichero de Especial Seguimiento), al tener intervenidas todas las comunicaciones. Su abogado, Joaquín Ruiz-Jiménez, dijo que era imposible que Oubiña pudiera blanquear dinero desde su celda.

El narcotraficante se enfrenta el 16 de julio a un segundo juicio por blanqueo por hechos que se remontan al año 2000 derivados de la construcción de un chalé en Vilagarcía por los que el fiscal solicita otros seis años de cárcel, aunque podría rebajarse considerablemente debido a las dilaciones en la tramitación de la causa. La vista comienza la víspera de que Oubiña haya cumplido sus tres condenas por tráfico de hachís por lo que podrá asistir sin esposas.