“La invención está en la forma de escribir”
“En la vida real hay mucha emoción, sin necesidad de imaginar”
Hace más de dos décadas Álvaro Gurrea (San Sebastián, 1945) escuchó a sus amigos de Ea contar la historia de un misterioso hombre de pasado oscuro que se convirtió para la gente del pueblo en la encarnación del mal. El personaje se llamaba José Allu, llegó de América a principios del siglo XX y pronto fue conocido por el sobrenombre de Kosallu (Corsario).
Gurrea encontró en Allu al protagonista de uno de los cuentos que en 2007 publicó en el libro Kosallu y otras historias vizcaínas (Colección Temas vizcaínos), ilustrado por Esteban Ramos. No solo dio titulo a la publicación, sino que dejo en el autor la idea que de allí había más historia que contar. Cinco años más tarde, ha visto la luz la novela Kosallu (editorial Ttarttalo), un hombre tan extraño que llamó a sus hijos Mundo y Universo.
Pregunta. ¿Qué le enganchó del personaje para retomarlo en una novela?
Respuesta. Fue el primer experimento con un relato. Yo decía en mis clases de Publicidad que me dedicaba a la publicidad porque no sabía escribir ni hacer películas. Un eslogan publicitario no se puede comparar con escribir un relato o una novela, como mucho es el título de un capítulo. Con Kosallu me atreví a escribir una página que podía acabar en un documental o en un libro. Es una historia truculenta, con mucha energía, pero yo creo que pesa mucho que fuera la primera, mi experiencia iniciática en la literatura. El cuento no quedo bien, y decidí convertirlo en novela, y me lo pasé muy bien contando la historia.
Perfil
Álvaro Gurrea (San Sebastián, 1945), ex profesor del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la UPV, es autor de manuales de publicidad, y otros libros que considera "privados", escritos y reflexiones editados en tiradas muy pequeñas que regala a su círculo más cercano. Agur al viejo Bilbao, recogió sus memorias. En 2007, reunió nueve relatos en Kosallu y otras historias vizcaínas, y est año ha publicado la novela Kosallu.
P. Usted defiende que no necesita inventar cuando escribe porque la realidad le resulta es suficiente. ¿No ha adornado con un poco de imaginación al personaje de Kosallu?
R. Sí. Es cierto que en los cuentos escritos anteriormente fue así. Hablaba sobre lo que había vivido y no tenía que inventar. Kosallu es mitad realidad y mitad ficción que he inventado. Sobre los testimonios orales que han llegado hasta hoy en Ea, el pueblo donde vivió el personaje real, que no tienen que ser la verdad absoluta, he escrito una historia. Soy nuevo en el oficio y tengo pudor para inventar.
P. ¿No valora la imaginación, la capacidad para inventar historias?
“Los proyectos que tengo ahora entre manos van por otro lado”
R. No, para nada. En las vidas reales hay mucha emoción, sin necesidad de imaginar. A ver dónde encuentras más emoción que la que transmite Tolstoi al narrar la muerte de su madre, por ejemplo. La invención está en la forma de escribir, el estilo es lo que hace al escritor. Es contarlo a tu manera, tener una manera de contar. Saber hacer la foto.
P. ¿Mereció Kosallu pasar a la leyenda?
R. No lo sé. Era distinto a todos, un personaje singular que nunca habló de su pasado. Pero se han vendido 79 libros en Ea, un pueblo de unos 300 habitantes. Ahora si que va a ser una leyenda.
P. ¿Piensa dar otra oportunidad a cuentos que ha escrito anteriormente?
R. No, fue el primero y será el único. Los proyectos que tengo ahora entre manos van por otro lado.
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