Una nueva estrella de 83 años
Teresa Fraga triunfa como actriz por un corto escrito por Fina Casalderrey, su hija
En el pasado festival de Cans, celebrado en el mes de mayo, la escritora Fina Casalderrey quedó sorprendida de que un monton de gente le pidiese hacerse fotografías. Pero no buscaban fotos con la reconocida escritora de literatura infantil y juvenil, que incluso cuenta con el Premio Nacional de Literatura por O misterio dos fillos de lúa (1995), sino con su acompañante, su madre Teresa Fraga, una entrañable señora de 83 años. Habían visto el cortometraje Dúas Letrasde Eloy Varela, en el cual la señora Teresa debuta como actriz. En su sobrecogedor papel interpreta una madre analfabeta que en los años cincuenta mantiene una relación epistolar con su hijo emigrado, y todo a través ya gracias al apoyo de una maestra.
El corto recibió en este festival tres premios: el del público, el del jurado vecinal y el de mejor actriz. En Bueu logró el premio del público y en el Primavera de Cine de Vigo también cautivó a los espectadores, que se emocionan y aplauden a rabiar. “Quién me lo iba a decir a mi edad”, dice con su sonrisa afable en el Salón Teatro de Santiago donde vino a presentar su corto, al tiempo que avanza que ya la han llamado “para rodar dos anuncios”.
La señora Teresa nunca había pensado en ser actriz, aunque había hecho sus pinitos con estilo en un grupo de teatro. “Hice de enferma y una vecina incluso se asustó y dijo ‘hay que atender a Teresa que le pasó algo”, cuenta entre risas esta mujer que reside en la parroquia pontevedresa de Lérez, y que vivió las vicisitudes de la posguerra trabajando en el campo, vendiendo ropa por las ferias o como costurera.
Dúas Letras dura unos veinte minutos, pero en ese corto espacio de tiempo esconde un montón de interesantes historias. La primera la propia esencia del relato, que parte de una vivencia personal de la propia Fina Casalderrey, que firma el guión. “Es la historia real de una vecina que no sabía leer ni escribir. Yo tenía nueve años, le leía las cartas, le escribía al hijo que estaba en América y cambiaba los textos. Ella decía `eres un desgraciado que no me escribes´y yo redactaba `estoy deseando saber de ti´" rememora Casalderrey, que considera esta vivencia como "un curso acelerado de creación literaria y una reflexión sobre el derecho a saber leer y escribir".
A partir de esta historia la escritora pontevedresa, que en el corto hace el papel de maestra, contactó con su amigo Eloy Varela, un profesor de matemáticas aficionado al cine que desde los ochenta mantenía aparcada su su vocación de cineasta. Varela y Mariano García, marido de la escritora, produjeron el corto en el que invirtieron "no más de 200 euros", reclutando a amigos y familia para hacer esta pieza en la que reconocen "carencias técnicas", pero que posee la capacidad de llegar al corazón del espectador. Si el espectador supiese que Teresa ha aportado su sabiduría como costurera para coser el vestuario y que al final del rodaje montaba un catering improvisado de filloas, todavía les resultaría todo más emocionante.
"Teresa memoriza muy bien y sale y entra en el personaje aunque haya cortes. Además me parece muy difícil que alguien llore cuando se lo digas con tanta gente delante" , explica el director Eloy Varela sorprendido con el trabajo de esta debutante, que recibió el guión y se lo memorizó entero. Pero surgió un pequeño inconveniente que descolocó a la entusiasta actriz. "Lo aprendí entero pero no me avisaron que iba por trozos y lo cambiaban de orden. Se ve que en el cine hay otra forma de hacerlo", replica contrariada por el cambio de secuencias habitual de los rodajes.
La otra parte de la historia corresponde al olfato del director de la editorial Galaxia Víctor Freixanes, que fue invitado a ver la película antes de que empezase a ser mostrada en público y recibir premios. Cautivado por la historia tomó la decisión de editar el libro y dvd de "Duas Letras", que esta semana se puso a la venta. "Es una preciosa historia de emigración, de hablar gallego diferente y de un mundo que se extingue", resumió Freixanes antes de la proyección en el Salón Teatro de este corto que refleja esa debacle que fue la emigración y que dejó cajones llenos de cartas con tinta emborronada por lágrimas de impotencia. "Lo curioso es que haya tantos personajes y tanta gente para retratar una historia de soledad", reflexiona el director Eloy Varela.
Mientras tanto, la señora Teresa disfruta del momento, escribe prosa y poesía "sólo en los malos momentos", sigue dando sus paseos y afronta la vida con un optimismo impropio de su edad. Y desternillándose de risa desvela su secreto clave para afrontar el rodaje: "soy mucho más joven, lo que pasa es que me disfrazaron de vieja".
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