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Una huelga cierra siete piscinas de verano en Madrid

Los trabajadores protestan por el recorte del Ayuntamiento en personal médico

Elena G. Sevillano

Un cartel avisaba esta mañana a los usuarios de la piscina José María Cagigal, en el distrito de Moncloa-Aravaca: “La piscina olímpica permanece cerrada por huelga del personal sanitario”. Pese a ello, algunos, como Cristina, de 29 años, y dos amigos más, pagaron la entrada y se conformaron con usar la piscina más pequeña del recinto. “Alguna persona se ha quejado por tener que pagar la entrada completa cuando la piscina grande está cerrada, pero en general todo el mundo lo ha entendido”, aseguró. A las tres de la tarde, la megafonía informaba de que a partir de entonces quedaba abierta. “Muchos se han puesto a aplaudir”.

 Junto con la entrada, en la taquilla de la piscina José María Cagigal los trabajadores entregaban esta mañana unos folletos para explicar el motivo de los paros parciales que se han convocado para este sábado y los tres próximos entre el mediodía y las seis de la tarde. “Desaparecen los servicios sanitarios de los polideportivos del Ayuntamiento de Madrid”, aseguran. Antes, todos los botiquines de los polideportivos y piscinas de invierno y verano tenían cobertura permanente de personal sanitario (médico y/o enfermero), explican los folletos, para atender urgencias médicas o lesiones.

Además, existía un servicio de medicina deportiva y otro de acondicionamiento cardiovascular. Este verano, en el marco de los recortes presupuestarios, el Ayuntamiento ha decidido trasladar al personal sanitario a las piscinas de verano para evitar contratar personal de temporada como antes. Los botiquines de los polideportivos con piscina de invierno se han cerrado (algo que la ley permite si la piscina no supera determinadas medidas).

Los paros de los trabajadores sanitarios han conseguido cerrar en el turno de mañana siete piscinas de verano, según un portavoz municipal: la de San Blas, Aluche, Plata y Castañar, Casa de Campo, La Elipa, Orcasitas y Cerro Almodóvar. “En dos piscinas más se han producido alteraciones, pero había algún vaso abierto”, ha precisado. Serían Vicálvaro y La Mina. El portavoz ha asegurado que de las 22 instalaciones municipales, solo ha habido seguimiento en estas nueve. Sin embargo, en la de José María Cagigal ha permanecido cerrado el vaso principal durante toda la mañana. Otro cartel, este colocado por la dirección, advierte esta tarde de que, con motivo de los paros, no se garantiza la apertura de la piscina los días 23 y 30 de junio y 7 y 14 de julio.

Los sindicatos temen que en el futuro el Consistorio pase a considerar estos servicios sanitarios como “superfluos, recortables y a extinguir”, por lo que han animado a los usuarios a apoyar su reivindicación. “Madrileño, exige el mantenimiento de los servicios sanitarios en los polideportivos”, aseguran los folletos repartidos por las instalaciones.

“Se está poniendo precio a la vida de los madrileños que realizan actividad física en nuestras instalaciones deportivas privándoles de esta vital asistencia inmediata”, aseguran en la sección sindical de UGT. “Dependiendo de la suerte del día (si está cubierto el servicio o no) un usuario puede ser atendido con la rapidez oportuna en caso de paradas cardiacas y ser viable su reversión a la vida, o que tenga que esperar a la llegada del SAMUR”, añaden en un comunicado.

“Unilateralmente, este equipo de gestión ha decidido eliminarlos de aquellas instalaciones que hasta la fecha venían prestando un Servicio de Medicina Deportiva de extraordinaria calidad: reconocimientos médicos, rehabilitaciones cardiacas, rehabilitaciones deportivas y, por supuesto, con una atención sanitaria urgente que en muchos casos está salvando vidas de usuarios”, concluye UGT.

Los cierres de las piscinas de verano, totales o parciales, se han producido en un día de intenso calor. Según datos de la Agencia Española de Meteorología, la temperatura máxima en la región ha llegado a primera hora de la tarde a los 35,5 grados en Alcalá o a los 34,6 en la estación de medición de Madrid capital.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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