Detenido un especialista en reventar cajas fuertes para butroneros

Su especialidad en reventar cajas fuertes le permitía llevar un alto nivel de vida. La policía ha detenido a un supuesto ladrón que era contratado por diversas bandas para abrir estos dispositivos de seguridad. De hecho, estaba muy demandado por su pericia. Su arresto, junto con el de otras tres personas, ha permitido recuperar gran cantidad de joyas de una conocida firma y relojes de gran valor, según informó ayer la Dirección General de la Policía.

Las investigaciones comenzaron tras varias denuncias por el robo o el intento de reventar las cajas fuertes de joyerías. La forma utilizada para abrir estos dispositivos de seguridad siempre era la misma: con una lanza térmica. Los agentes centraron las pesquisas en un hombre que ya fue detenido hace un año por hechos similares y que era un especialista en este tipo de corte. Además, trabajaba por encargo para otros butroneros.

Los agentes siguieron al presunto autor hasta que recabaron suficientes datos que permitían incriminarle en varios robos. Entre ellos estaba dos asaltos mediante butrones y la tentativa en otros dos, registrados en joyerías de Segovia, Toledo, Madrid y Paterna (Valencia). También se ha podido detener a tres personas por las que fue contratado en los últimos meses, según fuentes policiales.

En el registro de una de las viviendas que acostumbraba a usar este especialista, se intervino abundante material utilizado para practicar butrones: ocho bombonas de hidrógeno y oxígeno con su manguera correspondiente, un inhibidor de frecuencia para inutilizar las alarmas, un extractor de bombines, diez bombines y sierras radiales. Los agentes decomisaron además de los relojes y las alhajas varios ordenadores y documentación.

Según explicaron fuentes policiales, la lanza térmica consiste en un tubo de hierro relleno de una haz de varillas de hierro enriquecido con silicio para canalizar el flujo de oxígeno. A todo ello se le acopla, mediante un soporte con válvula, a una bombona de oxígeno a presión, con la que se alimenta. Este sistema permite que el extremo de la lanza térmica alcance temperaturas de entre 4.000 y 5.000 grados, lo que pueden abrirse con cierta facilidad las cajas fuertes.