“Hay que afrontar la batalla del relato”
Expertos advierten del peligro de postergar el debate sobre la violencia de ETA y sus consecuencias. “El pasado no es algo fijo y cerrado”, dice una especialista
Desde las instituciones y los partidos “se tiende a la batalla del relato como algo de futuro, pero es necesario afrontarlo en el momento actual”. Es la reflexión Rogelio Álvarez, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Rey Juan Carlos I, quien participó ayer en Vitoria junto a otros seis expertos en el simposio Construyendo memorias. Relatos históricos para Euskadi después del terrorismo, organizado por el Instituto Valentín de Foronda.
El investigador, un experto en el terrorismo de Irlanda del Norte y coautor de Vidas rotas, el más detallado trabajo sobre las víctimas de ETA, destacó que existe el riesgo de que en Euskadi se dé la misma situación que allí: un “modelo imperfecto” porque la violencia no ha cesado entre los disidentes del IRA.
Alonso se mostró muy crítico con partidos y medios de comunicación que han dado visibilidad a la izquierda abertzale, a la que han revestido de “impunidad y cierta legitimidad” y dado un rol de “interlocutores absolutamente necesarios para la paz”.
Este experto defendió la necesidad de hacer mayores exigencias a la izquierda abertzale, ahora que ha vuelto a las instituciones. “Lanzamos a la sociedad la idea de que el pasado no importa”, censuró. En este sentido, destacó las palabras del director del Euskobarómetro, Francisco Llera, quien señaló en su momento que “lo que ya tiene garantizado [ETA] es la impunidad y el olvido de su pasado de sangre y terror, porque no parece que nadie vaya a exigirle rendir cuentas del mismo, dándolo por cancelado con el éxito electoral e institucional de Bildu”. Alonso advirtió de que, con estas lógicas que se están desarrollando, Euskadi va camino de reproducir el caso de Irlanda del Norte donde “la legitimación del IRA se ha ido consolidando”.
Una socióloga argentina defiende “confrontar y abrir la caja del pasado”
La jornada de ayer del simposio, que finaliza hoy con voces como las de Jesús Loza, Maite Pagazaurtundúa, Luis Castells o Juan Pablo Fusi, miró a otras partes del planeta para conocer cómo se han afrontando los momentos posteriores a violaciones de los derechos humanos.
El recorrido de Latinoamérica en su fase posdictatorial fue expuesto por la socióloga argentina Elisabeth Jelin. Esta experta explicó que se ha pasado en la última década de Gobiernos en los que la “normalidad” significaba enterrar el pasado sin analizarlo a un nuevo concepto de normalidad que incluye “confrontar y abrir la caja del pasado”. Jelin defendió que “el pasado no es algo fijo y cerrado” y sostuvo que las nuevas generaciones “reinterpretan”. Sea como sea, la socióloga insistió en que “para no repetir [la violación de los derechos humanos] se debe mantener viva la memoria”.
Tras ella, el historiador José María Faraldo explicó la situación de Polonia, que desde la Segunda Guerra Mundial mantiene un trauma que “se ha ido transformando, pero pervive”.
Polonia ha centrado su debate en la violencia infligida contra su pueblo con las ocupaciones nazi y soviética, pero después ha afrontado el análisis de la violencia ejercida por los propios polacos a los judíos. La publicación de obras sobre stos hechos ha supuesto “un ataque directo a la imagen de los propios polacos como víctimas”, que se ha ido asimilando.
Entre los asistentes a las jornadas estuvieron los parlamentarios Carmelo Barrio, del PP, y Benjamín Atutxa, del PSE; el viceconsejero de Cultura, Antonio Rivera, y cargos de Justicia y de la Diputación de Álava.
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