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Feijóo: “La auditoría de las cajas la avaló la UE y el Banco de España”

El presidente acusa al BNG en la Diputación de Lugo de gastar en un anuncio contra el rescate “los impuestos de los que van a los comedores sociales”

Feijóo junto a Rueda, la conselleira Elena Muñoz y Puy, en la segunda fila.
Feijóo junto a Rueda, la conselleira Elena Muñoz y Puy, en la segunda fila. ANXO IGLESIAS

Sesión de control al Gobierno monográfica sobre Novagalicia Banca. Y eso que cuando registraron las preguntas al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el lunes de la semana pasada, ni los socialistas ni el Bloque sabían que la entidad necesita otros 4.500 millones de euros de fondos públicos. Primero el líder del PSdeG, Pachi Vázquez, propuso el enésimo pacto a Feijóo, esta vez para hacer un frente común en Madrid a fin de evitar que una vez lograda la recapitalización, la entidad ni se subaste ni se fraccione ni se fusione con otros bancos. Exigió al tiempo que se depuren responsabilidades en una comisión de investigación y se explique por qúe una auditoría de la consultora KPMG pronosticó que la fusión iba a arrojar beneficios desde el primer ejercicio.

La respuesta del presidente fue ignorar la oferta de Vázquez y recitar un surtido de titulares con las idas y venidas del PSdeG en la fusión de las cajas que llevó a este partido a pactar la última reforma legal con el propio Feijóo. El presidente alegó que la auditoría de KMPG, que se reveló un desatino, “recibió el visto bueno del Banco de España y de la Comisión Europea” y que esta firma ha vuelto a ser seleccionada para auditar las entidades financieras. Despejó así el primer debate y se prestó a lidiar con la portavoz nacionalista, Ana Pontón, quien califió el rescate como un “engaño al pueblo que va a acabar con el sistema financiero de Galicia”. La diputada del Bloque redundó en la exigencia de sentar a los gestores de las cajas en una comisión de investigación parlamentaria. Sin éxito, porque el PP repite cada día que no fiscalizará lo sucedido hasta que no se concluya el proceso de recapitalización. El presidente insistió en esa idea y en que va a solicitar el mismo trato a Novagalicia que el que se improvise para Bankia.

A esas alturas, los 12 diputados nacionalistas portaban en sus escaños carteles del BNG contra el rescate a los bancos y los 100.000 millones de euros que recibirá el Estado de Europa para salvar a las entidades financieras. Esa protesta incendió el debate porque Feijóo reprochó al Bloque que hubiese pagado con fondos públicos un anuncio desde la vicepresidencia de la Diputación de Lugo contra el rescate y llegó a deslizar que ese dinero se quita a los más necesitados. "Le agradezco que recuerde que con dinero público usted está haciendo partidismo, con el dinero de los impuestos de quienes están en el paro y de quienes van a comedores sociales", advirtió el mismo presidente que el año pasado pagó más de 1,5 millones de euros en convenios con la prensa a cambio de informaciones favorables para su Gobierno.

La sesión de control derivó en una bronca con varias advertencias de la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, a la bancada nacionalista y solo culminó con una larguísima ovación de los diputados populares a su líder.En un debate posterior, la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, porfió en su plan para que el banco resultante de las dos cajas siga en solitario con un sistema de calificación “mixta” y sin la entrada de fondos especulativos. No explicó cómo. Se apresuró a desbaratar la propuesta del Bloque para que el Estado transfiera sus participaciones en Novagalicia a la Xunta que según dijo no tiene amparo legal.

En esa proposición no de ley, el portavoz popular Pedro Puy descartó también la apuesta por una banca pública porque según él ya fracasó en Francia con Miterrand y en Perú con Alan García. El diputado Carlos Aymerich le replicó que tampoco la privada está para poner muchos ejemplos.

Socialistas y nacionalistas evidenciaron que en esto sus posturas están lejanas. Mientras el Bloque defiende una banca pública que no se rija por criterios de mercado, el PSdeG por boca de María José Caride solo persigue solo la titularidad pública de las entidades. Y eso que Aymerich había animado a los socialistas a ir aclarándose “para construir entre ambos una alternativa al desastre del Partido Popular”.

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