Loza señala que rechazar la reinserción de presos es ir contra la Constitución

El comisionado para la convivencia del lehendakari, Jesús Loza, reprobó ayer la postura de algunas asociaciones de víctimas que se han mostrado contrarias a la reinserción de los presos de ETA apuntando con contundencia que “quien niega la reinserción, se coloca fuera de la Constitución”. Loza señaló que los pasos del Gobierno en el pasado y en el presente en materia de reinserción se están haciendo con un “riguroso respeto con el estado de derecho” y resaltó que si alguna asociación de víctimas observa que se está vulnerando la ley, acuda a los tribunales.

El comisionado rechazó así actos como el del pasado fin de semana, en el que una asociación se manifestó ante el Ministerio del Interior para protestar contra los planes de reinserción del Ejecutivo de Mariano Rajoy y añadió que no tienen razones para hacerlo. “Es algo suficiente grave para denunciarlo alto y claro”, sentenció, al ser preguntado por los medios de comunicación.

Loza compareció ayer a petición propia ante la ponencia para la paz y la convivencia que está recabando en el Parlamento opiniones de distintos agentes sobre la gestión del final del terrorismo. En ella, y por espacio de hora y media, el comisionado quiso exponer la tarea que está realizando en materia de memoria, convivencia y política penitenciaria, un aspecto este último, que está acaparando una parte importante del debate político y mediático.

Reitera que la prioridad es el relato y no la política penitenciaria

Pese a destacar que es el colectivo de presos, y no las instituciones públicas, el que tiene que darse “prisa” en materia de reinserción —”o es una reinserción individual o no será”, sentenció—, y tras calificar como “histórico” el pronunciamiento de los presos que la semana pasada denunciaron las presiones de los “comisarios políticos” de la banda, el comisionado destacó que el objetivo prioritario, el que más apremia hoy en día, es el de la memoria, el de esbozar el relato “inclusivo, compartido y colectivo” que permita avanzar hacia una verdadera convivencia, algo que, por otro lado, es el lo que son competentes las instituciones.

Eso sí, sin negar que “hubo quien asesinó y fue asesinado, que hubo quien jaleó el asesinato; hubo quien resistió y hubo mucha gente que durante mucho tiempo miro para otro lado”. Junto con esta realidad, recordó, hay otra que no debe quedar fuera del relato: “en la lucha contra ETA se produjeron graves violaciones de derechos humanos que tenemos que reconocer y reparar”.

Loza quiso subrayar ante los parlamentarios que componen la ponencia para la paz y la convivencia que lo importante hoy en día es trabajar este ámbito porque, aunque aprecia cierto “alivio” en la sociedad tras el anuncio del cese de la violencia de ETA el pasado 20 de octubre, la convivencia real aún está lejos. “No confundamos alivio con convivencia”, insistió Loza en los pasillos de la Cámara. Para alcanzarla “todavía queda mucho por hacer” porque “se ha sembrado demasiado odio y demasiado fanatismo como para que se arregle en tres o cuatro meses”.

En este contexto, se podría generar, según alertó, un “riesgo de amnesia” que descartó que vaya a ser una realidad que se generalice en la sociedad.

Preguntado por los cambios del Gobierno central para permitir que los vascos que se vieron obligados a abandonar Euskadi debido a la amenaza de ETA puedan votar, Loza apuntó a complicaciones legales para llevar a cabo esta idea y defendió como necesaria la “flexibilización” de ciertos de acceso a servicios públicos que van en función del empadronamiento.