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La Sénia pide auxilio a la Generalitat para salvar la industria del mueble

El ‘cluster’ se resquebraja dejando en paro al 30% de la población

Las empresas del sector del mueble de La Sénia pasan grandes dificultades.
Las empresas del sector del mueble de La Sénia pasan grandes dificultades. JOSEP LLUÍS SELLART

Desde hace más de 30 años la economía de La Sénia (Montsià, Tarragona) gira alrededor de la industria del mueble y la madera. Tanto es así que en la población, donde viven 6.045 habitantes, la gran mayoría de los vecinos se dedican a este sector. O, más bien, esto es lo que sucedía en el pasado, porque el sucesivo cierre de empresas ya ha dejado en paro a más del 30% de los vecinos. El Ayuntamiento de la localidad pide a la Generalitat un plan de choque urgente para reactivar la industria.

El cluster del mueble de esta población está considerado uno de los más importantes de Cataluña. En tiempos de bonanza y a expensas del boom del ladrillo, llegaron a abrirse más de 100 talleres y fábricas, y hasta 30 tiendas dedicadas exclusivamente a la venta de muebles y una red de transportes especializada. Además de los locales, un millar de personas de la comarca del Montsià acudían a La Sénia a trabajar. Sin embargo, desde la llegada de la crisis se ha producido un reguero de cierres de negocios y solo mantienen su actividad unas 40 industrias.

En menos de cuatro años el sector ha pasado de sostener 6.000 empleos a solo 2.000. El hachazo más fuerte ocurrió la semana pasada: la principal fábrica de muebles de la población, Naturantaix, creada en la década de 1980, anunció que presentará concurso de acreedores. La medida dejará sin trabajo a 86 personas. “A muchas ya se les ha acabado el paro. Durante los últimos cuatro años solo trabajaban dos días a la semana, el sector ha caído en picado por la crisis de la construcción”, se lamenta la alcaldesa de La Sénia, Marutxi Ballester (ICV).

¡Que vienen los rusos!

MERCÈ PÉREZ

El Ayuntamiento intenta explotar al máximo sus contactos y eso pasa por intentar captar empresarios rusos. Hace poco autoridades rusas visitaron la localidad para homenajear al piloto de la Unión Soviética que murió allí combatiendo al servicio del bando republicano durante la Guerra Civil. Se llamaba Nikolai Andreevich Voloshenko.

Su aparato se estrelló por el viento el 4 de noviembre de 1937. Enterraron su cuerpo en La Sénia y la localidad ha conservado su recuerdo desde entonces, incluso se ha inauguró un monumento para honrar su hazaña. El monolito se ha convertido en centro de peregrinación turística. “Por eso en Rusia son muy sensibles a nuestros problemas, y acordamos con el cónsul potenciar el turismo y poder captar alguna empresa”, dice la alcaldesa. Aunque sin resultados por el momento, ya se han producido algunos contactos. La Generalitat ha prometido mediar en futuras negociaciones.

Los servicios sociales del Ayuntamiento están desbordados por la elevada tasa de paro. Hace seis meses Ballester ya pidió medidas urgentes a la Generalitat, pero el plan no fructificó. La situación ha ido empeorando y, por eso, el pasado jueves la alcaldesa insistió. Le expuso la delicada situación al presidente del Ejecutivo catalán, Artur Mas, y este le prometió tratar del problema con el consejero de Empresa y Empleo, Francesc Xavier Mena.

“Solicitamos un plan de choque urgente, no volveremos a esperar seis meses. El consejero sabe cómo está la situación y la Generalitat tiene suficientes técnicos para darnos soluciones”, afirma Ballester. Ayuntamiento y sindicatos ensalzan la tecnología puntera que han logrado desarrollar las empresas del cluster, además del personal cualificado. Apuestan, entre otras soluciones, por cambiar el modelo competitivo: en lugar de crear mobiliario para oficinas y hoteles, explotar el mobiliario doméstico. Por ahora las propuestas del Ejecutivo catalán les parecen insuficientes. “La Generalitat quiere que las empresas se agrupen para exportar, pero eso son soluciones a largo plazo y durante el camino más industrias podrían cerrar”, dice la alcaldesa.

El Consistorio ya pidió el año pasado la creación de un plan renove específico para el mueble. A pocos kilómetros de La Sénia, en la ciudad de Tarragona, parece inminente la llegada de Ikea, y Ballester apuesta por crear puentes de colaboración. “Las Administraciones deberían exigir que una parte importante de los productos de Ikea fuesen nacionales, tenemos un mercado competitivo”, sostiene Ballester.

Los sindicatos también son conscientes de que la producción de muebles entendida como hasta ahora “se está acabando”, marcada por las pautas de las multinacionacionales. Así lo ha admitido el responsable de la Intercomarcal de Construcción y Madera de CC OO en Tarragona, Máximo Escolar. El líder sindical también apuesta por buscar sinergias para salvar la industria del mueble. “Estamos dispuestos a hablar para salvar los puestos de trabajo y que estas tierras no queden tan machacadas”, asegura.

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