Aenor incumple la norma laboral

La Asociación Española de Normalización y Certificación, Aenor, no acaba de acertar con el cómputo de las jornadas laborales de sus empleados. La entidad sin ánimo de lucro que se define como un “agente de progreso”, extendiendo la cultura de la calidad entre el tejido empresarial e institucional español a través de sus actividades de normalización y certificación, ha sido condenada, de nuevo, a pagar horas extraordinarias a un trabajador que previamente había sido despedido.

La sociedad, que ya fue sancionada por la Inspección de Trabajo en noviembre de 2011 con una “falta grave” por no abonar ese tipo de horas, ha vuelto a recibir un tirón de orejas, por otros dos juzgados por la misma razón, no contabilizar y pagar de forma adecuada las horas extraordinarias de otros trabajadores.

AENOR, una de las 10 primeras sociedades certificadoras del mundo con más de 62.000 certificados de calidad emitidos en áreas como calidad, medioambiente, seguridad laboral, I+D+i, eficiencia energética y alimentación entre otros, en sus 26 años de vida, posiblemente no pasaría el examen al que somete a las empresas que la contratan.

“Aenor obliga a los trabajadores a incumplir su jornada laboral en verano, aludiendo a una falsa compensación horaria que no ha convencido ni a la Inspección de Trabajo, ni a la totalidad de Juzgados que han tramitado las correspondientes demandas”, dice J. C. M, uno de los denunciantes con sentencia favorable y un acta de la Inspección de Trabajo que le da la razón desde marzo de 2011.

“Lo peor de todo es que, para cobrar esas horas, hay que demandar a la empresa y eso solo se da, como cuando en estos casos, has sido despedido”, critica.

“Aenor obliga a los trabajadores”, dice J.C.M. “a incumplir la jornada laboral”

Esas condiciones se han repetido en al menos otros dos casos de trabajadores, que al ser despedidos, se han atrevido a reclamar las horas extra y le han ganado a la antidad certificadora y auditora en sendas sentencias que le condenan a pagar a Aenor.

La Inspección de Trabajo de Bizkaia dejó muy claro que el trabajo de los auditores está sujeto al Convenio Colectivo provincial de Oficinas y Despachos que precisa que en caso de no fijarse otro horario este no podrá rebasar las 35 horas semanales. “Dado que es decisión de la empresa”, citaba la Inspección “fijar la jornada intensiva y así se ha fijado, sin que consten en el contrato de los auditores, ni en el manual de acogida excepción alguna a la aplicación de la misma, es necesario que se ajuste, durante el periodo previsto para la jornada reducida, el horario de los auditores a la misma. Cualquier exceso tendrá consideración de hora extraordinaria”. Según la Inspección Aenor incumplió esa norma, regulada en el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores, y por eso fue sancionada “en grado mínimo”, pero por una “infracción de carácter grave” en materia de relaciones laborales.

J. C. M. denunció esa irregularidad ante la Inspección de Trabajo unos días antes de ser despedido. Aunque la Inspección le dio la razón y el Tribunal Superior de Justicia obligó a Aenor a readmitirle unos meses después, Aenor sigue siendo condenada por el mismo motivo en sentencias vinculadas a despidos de empleados.

El Juzgado de lo Social de Bilbao, falló a favor de J. C. M. en junio de 2011. A partir de ese momento se han producido, al menos, otras dos demandas en materia de abono de horas extra que se han solucionado en los juzgados con resultados favorables a los trabajadores demandantes, la ultima en fechas recientes. Las condenas aunque no son muy elevadas, pueden tener otro flanco, y es el ingreso derivado de las horas extraordinarias que puede suponer para la Seguridad Social.