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Un grupo de afectados se encierra en Bankia en demanda de la dación en pago

La entidad les atiende en privado y se "compromete a estudiar sus casos" "Somos familias que lo están pasando muy mal", dice una afectada

Carmen Pérez-Lanzac
Protesta ante la sede de Bankia.
Protesta ante la sede de Bankia. ULY MARTÍN

Pasadas las doce y media de la mañana, una treintena de personas entre activistas y afectados, han entrado en una de las oficinas centrales de Bankia, situada en la plaza Celenque, cerca de la Puerta del Sol. Una vez dentro, han desplegado una amplia pancarta con el lema Bankia es nuestra y han anunciado que no estaban dispuestos a abandonar la oficina hasta que un responsable de la entidad bajase a "negociar" con los afectados allí presentes, 18 personas.

Tras corear lemas como "si Bankia es de todos, sus casas también", varias afectadas, todas ellas inmigrantes ecuatorianas con importantes deudas hipotecarias con la entidad y sin empleo ni colchón familiar, han ido tomando un megáfono y expresando su situación, unos discursos cargados de indignación. Monica Veloso, una mujer ecuatoriana que lleva 13 años viviendo en España, ha cargado contra las tasaciones "infladas" y contra las largas que como afectada está recibiendo por parte de una entidad "rescatada con el dinero de todos". "Somos familias con hijos que lo están pasando muy mal", ha afirmado. "No voy a pagar un centavo más de mi hipoteca hasta que no tenga qué darle de comer a mis hijos".

La aspiración tanto de Veloso y el resto de afectados con el encierro es que Bankia les otorgue la dación en pago o condonación de la deuda, así como un alquiler social, "porque no tengo con qué pagar un alquiler", decía otra afectada, que acumula una deuda hipotecaria de más de 240.000 euros.

Tras una hora apelotonados en la oficina bancaria, un representante de la entidad ha acordado con Tatyana Roevo, de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Madrid —cuyo desahucio fue el primero que pararon los activistas hace ya un año—, atender a los afectados. La entidad ha pedido que los medios de comunicación —tan numerosos como los concentrados tras ser avisados por los activistas— abandonen la oficina, lo que ha causado la división de los afectados. "Si se van nos van a engañar como nos engañaron cuando firmamos la hipoteca", decía Miriam Espinosa, otra afectada.

Tras dudar sobre si acceder, finalmente los inmigrantes han decidido aceptar la condición de la entidad y medios y activistas han abandonado la oficina. Con ellos se han quedado dos activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Los 18 afectados han abandonado Bankia sobre las 16.30 con el "compromiso" de la entidad a "estudiar uno a uno sus casos". Unos consideran lo "logrado" un "primer paso positivo". Otros, "un fracaso total". Bankia ha declinado comentar lo sucedido.

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Sobre la firma

Carmen Pérez-Lanzac
Redactora. Coordina las entrevistas y las prepublicaciones del suplemento 'Ideas', EL PAÍS. Antes ha cubierto temas sociales y entrevistado a personalidades de la cultura. Es licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de El País. German Marshall Fellow.

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