Socialistas y PP meten presión al PNV para actuar contra Bildu

Los socialistas y el PP en Gipuzkoa miran de frente al PNV, el principal partido de la oposición, al que critican por permanecer cruzado de brazos y pasivo ante la pretensión del Gobierno foral de Bildu de “hurtar” a las Juntas Generales la decisión de suprimir la incineradora y sustituirla por tres plantas de tratamiento mecánico-biológico. PSE y PP consideran que el partido de Markel Olano es el causante de que la Diputación pretenda ahora ejecutar un nuevo plan de residuos pasándose por alto a la principal institución del territorio.

Los socialistas presentaron ayer una propuesta de resolución en el Legislativo provincial en la que solicitan la “reprobación” del diputado de Medio Ambiente, Juan Carlos Alduntzin, y de su actuación en esta materia. Caso de aprobarse, no tendría ningún efecto práctico, al tratarse de una iniciativa de impulso político. Es el paso previo que han decidido dar a la vista de que no tienen apoyos suficientes para presentar una moción de censura individual contra Alduntzin, como ha demandado el PP, y cuya aprobación sí acarrearía el cesed el diputado. Para tramitarla se exige la firma de al menos 15 junteros, cifra a la que no llegan PSE y PP —suman 14 representantes—, por lo que necesitarían el concurso del PNV.

La brecha abierta entre gobierno y oposición provocada por el conflicto de las basuras en Gipuzkoa es cada vez mayor. Pero, al mismo tiempo, los partidos que ejercen la labor de control al Gobierno foral tampoco logran canalizar su descontento en una acción coordinada. Esta está supeditada a la decisión que adopte el PNV, que por ahora prefiere optar por el “desgaste”.

Socialistas y populares consideran que el PNV fue precisamente los peneuvistas el que permitió reabrir el debate de los residuos cuando facilitaron que el equipo de Martin Garitano aprobase en diciembre pasado los presupuestos de Gipuzkoa para 2012. Seis meses después, Bildu ha presentado un nuevo plan que elimina la incineradora prevista en Zubieta y propone la construcción de seis plantas compostadoras y tres de tratamiento mecánico-biológico, además de la utilización de “espacios naturales degradados” como depósitos de “balas de residuos”. Bildu quiere aplicar este modelo sin modificar la actual norma foral que regula el plan integral de residuos.

Garitano insiste en que la decisión compete al Consorcio y no a las Juntas

Garitano lo reafirmó ayer mismo. Dijo que el órgano que “debe tomar las decisiones” es el Consorcio de Residuos (GHK), donde están representados la Diputación y las mancomunidades y Bildu cuenta con una amplísima mayoría. El diputado general calificó la propuesta de “muy realista” y “muy buena técnicamente”. “Gastaremos la mitad” que construyendo la incineradora.

De acuerdo con el reglamento de las Juntas, a esta Cámara le corresponde planificar la gestión de los residuos. El Consorcio de Residuos es el organismo encargado de ejecutar esa planificación. Nunca la ejecución puede ir en contra de lo planificado, según los letrados consultados.

Denis Itxaso, edil socialista y miembro del consejo del consorcio, manifestó que el plan de Bildu está “redactado y pensado solo para evitar la construcción de la incineradora” y “ganar tiempo de cara a las elecciones autonómicas”. Culpó nuevamente al PNV del “progresivo deterioro” al permitir que la coalición soberanista siga gobernando, lo que atribuyó a un “cálculo electoral”.

Xabier Ezeizabarrena, del PNV, volvió a ser muy duro con Bildu, al que reprochó que pretenda aplicar el “derecho de veto” sobre la planificación de residuos, señaló durante el pleno de las Juntas que aprobó una propuesta del PSE para instar a Bizkaia a finiquitar el convenio que permite, hasta le próximo día 12 de junio, enviar 25.000 toneladas de basura de Gipuzkoa al vertedero de Igorre.