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EXPOSICIONES

PhotoEspaña en ‘off’

El artista Juan Garaizabal participa en el festival con fotografías y maquetas de sus instalaciones en Madrid, Berlín y París

Rótulo de hielo del mercado de Olavide.
Rótulo de hielo del mercado de Olavide.JUAN GARAIZABAL

Cadena de casualidades. Hallazgo. Punto de inflexión. Juan Garaizabal escoge las palabras con cuidado, atento a que describan de la manera más acabada posible un momento clave de su vida como artista: ese en el que se convirtió en buscador y hacedor de memorias urbanas, la serie de reconstrucciones del pasado en el presente que ha convertido en sello de su obra y con las que participará del Festival Off de PhotoEspaña 2012.

Se trata de fotografías, maquetas y modelos en metal de sus instalaciones en Madrid, Berlín y París, verdaderos intentos por materializar el espíritu de construcciones desaparecidas, que forman parte de Memorias Urbanas, la exposición que a partir del próximo martes y hasta el 31 de julio podrá visitarse en la galería Álvaro Alcázar.

“Estaba en Bucarest haciendo un encargo para el Ayuntamiento. Tenía que diseñar la Noche en Blanco 2007 y estaba pasándolo bastante mal porque Bucarest no era entonces nada amable. De pronto una noche me di cuenta de que en la Casa del Pueblo, que ocupaba un espacio en lo que le dio a la ciudad el mote de Pequeño París, había algo artificial, algo pasaba allí. Escarbé en los archivos, vi los planos originales y descubrí cómo era aquello en realidad”, cuenta Garaizabal del otro lado del teléfono. Habla desde Berlín donde en pocos días más estará montada en su totalidad una de sus memorias urbanas: la Iglesia Bohemia de Belén, construida en el siglo XVII y destruida por un bombardeo en plena Segunda Guerra. La reconstrucción, que estará lista el 11 de junio, tiene 625 metros cuadrados de ancho y 31 de alto. “Entendí que lo que verdaderamente me fascinaba era pasar de crear introduciendo elementos ajenos a crear descubriendo”, remata evidentemente satisfecho con la imagen.

Juan Garaizabal durante la producción de una de sus obras.
Juan Garaizabal durante la producción de una de sus obras.JUAN GARAIZABAL

Es que de eso se trata. De viajar, de dejarse sorprender, de toparse con historias. O según el recuerdo de Garaizabal: “Desde aquel hallazgo me dediqué a rastrear distintas ciudades para permitir que determinadas ausencias me encontraran paseando. Ver qué cosas tenía sentido recuperar, devolver a su sitio”. Esos paseos, que el artista combina con travesías por Internet y por los archivos “de papel” en dosis iguales han derivado en varios proyectos que hoy están en marcha.

De hecho, también Madrid estará presente en la Galería Álvaro Alcázar. Será a través del Mercado de Olavide, diseñado por el arquitecto Francisco Javier Ferrero Llusiá que entre 1934 y 1974, cuando fue demolido, ha ocupado el centro de la plaza del mismo nombre en el barrio de Chamberí. A partir de fotos antiguas Garaizabal ha reconstruido parte de su estructura. Como prueba de los avances en ese arduo recorrido están los rótulos de los puestos de pollería, aves y hielo. La exposición de PhotoEspaña se completa con la torre central del Palais des Tuileries de París, construido en el siglo XVI y arrasado por un incendio en 1871, también ha sido recreada por Garaizabal para la Noche de Blanco local.

La obra de este madrileño de 41 años, que desde 2008 vive en Berlín sólo termina de comprenderse si se tiene en cuenta que transcurre (que es, en realidad) en el espacio público. Esa particularidad que para él deviene en deber. “A partir de que pones la pieza es pública, tu te quitas. Uno toma el espacio prestado. y hay que ser tremendamente respetuoso con dejarlo como era, porque nada es para siempre. Las cosas tienen que ocupar el espacio de la manera más liviana posible”, afirma. Poético, completa: “Intento envolver el aire”. Y en ese plan, hace que incluso el ahorro de energía entre en escena. “Me interesa que cuando uno coloca una pieza a la vista del publico pase el examen estético, pero también el de la eficiencia”, concluye.

Garaizabal cree en las historias extraordinarias. Y en la perfección. Por eso, se dedica a buscarla. “En determinados momentos hubo cosas perfectas y hay que encontrarlas, rescatarlas. Me interesa la realidad, pero no tanto por cómo es, sino por cómo ha podido llegar a ser. Busco historias de heroicidad de generosidad y de excelencia estética”, explica. En la misma línea reconoce que su arte no admite “premios consuelo” y sentencia: “Intento lanzarme al vacío y generar una sensación estética, ética y física máxima. Si no lo consigo habré fracasado. No tengo plan B”.

Instinto de supervivencia y paisaje amnésico

Ana Nance -Survival

“El hilo conductor de esta selección de fotografías es el paisaje humano y su existencia, el instinto básico de la supervivencia independientemente de las condiciones económicas”, ha dicho la artista estadounidense sobre la muestra que recoge retratos, elementos y espacios de India, Tailandia, Guatemala, China, Inglaterra, Turquía, Argentina, México, Camboya, Estados Unidos, Sudáfrica, Japón y Grecia. Del 5 de junio al 4 de julio en Pepe Pisa (Gabriel Lobo 14).

Leopoldo Pomés - Espera

El barcelonés ofrece su particular mirada orientada al relato. Además de plasmar temas costumbristas de la Barcelona actual ha retratado a artistas y personalidades de la cultura como Chillida, Tàpies, Picasso y Cortázar. Del 7 de junio al 14 de julio en Fernández Braso (Villanueva 30).

Gorka Postigo. Delusions

Se presenta una serie de retratos del madrileño en los que el cuerpo funciona como escenario de emociones. El término que da nombre a la exposición alude a una definición de los sentimientos como espejismo o alucinación. Sentimientos que se presentan con una belleza trágica y se resisten a ser modificados aunque la realidad conduzca a lo contrario. Del 5 de junio al 6 de julio en La Fresh Gallery (Conde de Aranda 5).

Juan Carlos Batista - El paisaje amnésico

Batista utiliza la decalcomanía concebida por Óscar Domínguez para recrear atmósferas cambiantes. La técnica, que consiste en introducir gouache líquido entre dos hojas y presionar de modo no controlado, permite construir y deconstruir espacios equívocos en los que los mecanismos de representación se llevan al límite. Del 5 de junio al 27 de julio en Nieves Fernández (Monte Esquinza 25).

Leo Matiz. Pentagrama

La muestra recoge una selección de fotografías y contactos del artista colombiano con retratos de músicos exhibidos por primera vez. Los autores anónimos se mezclan con los de renombre internacional como Pau Cassals, Louis Armstrong, Agustín Lara y Frank Preuss, entre otros. Del 5 de junio al 30 de julio en Freijo Fine Art (General Castaños 7).

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