La seguridad por cuenta propia
La heroína, la ‘ley Corcuera’ y las patrullas vecinales, recuerdos de otra época
“Lo que llega a los juzgados es un reflejo de la sociedad, de su estructura tipo”, considera el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro. Si en estos años se da un repunte de los atracos por la crisis, en los ochenta y principios de los noventa, el periodo delictivo más conflictivo de la España democrática, el motivo era el consumo de heroína. “Está claro que la droga era un tema que condicionaba absolutamente todo”, añade Calparsoro, desdeñando la incidencia en esos periodos de las crisis económicas que también se vivieron.
Patrullas ciudadanas en la calle para intentar poner freno a un fenómeno que sus componentes consideraban que desbordaba a la policía, menudeo de drogas y la oleada de robos para costear el viaje. Euskadi registró en 1991 —el año anterior a la entrada en vigor de la ley Corcuera—, un total de 36.792 robos en sus diversas variantes, según recoge la Memoria de la Fiscalía correspondiente.
Manuel Fernández, de 59 años, presidente de la asociación de vecinos de Sestao Txabarri Garbi, salió entonces a patrullas las calles de la zona baja de esa localidad y volvió a hacerlo en 2008. “Llegó un momento que la delincuencia estaba absorbiendo la vida del barrio y, como no había ninguna voluntad política por atajar el tema...”, justifica. “Se sucedían los robos, las amenazas. Eran años muy negros. Salir a la calle era una odisea; te encontrabas jeringuillas, gente pinchándose, gente que te sacaba la navaja por menos de nada”, recuerda Fernández, trabajador del metal, quien recorría las calles acompañado de otros convecinos y apoyado por los comerciantes.
El Sestao más oscuro se fraguó por el empobrecimiento de los barrios bajos cuando comenzaron a desmantelarse las navieras, relata. Este contexto de pobreza propició la concentración en algunos puntos del municipio de yonquis y de vendedores de drogas. Un escenario, el del consumidor y su camello, que se está volviendo a reproducir en el barrio, según asevera Manuel Fernández.
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