El acusado de matar a su exnovia la apuñaló cuando estaba de espaldas

La policía científica de la Ertzaintza sostiene que el autor de la muerte de Cristina E.B., ocurrida en Barakaldo en diciembre de 2010, la apuñaló con cuchillo de unos 30 centímetros de hoja por la espalda cuando ella estaba de pie. Varios agentes declararon ayer en la cuarta sesión del juicio en la Audiencia de Bizkaia contra Seidel G. M., acusado de asesinar a su exnovia y de intentar matar al nuevo compañero sentimental de esta.

El acusado, quien en la actualidad cumple una condena de ocho años por malos tratos a la fallecida, aseguró en el primer día del juicio que acudió a casa de su exnovia a charlar y que la muerte de la joven se produjo de forma accidental en un forcejeo. Las acusaciones, que piden para él hasta 40 años de prisión, sostienen que planificó el crimen y llevó el arma con que mató a la mujer.

Los agentes declararon que el arma empleada, un cuchillo de cocina de “importantes dimensiones”, no se parecía a ningún otro de los que había en la casa y quedó clavado en cuello de la víctima, informa Efe. En el recibidor de la casa quedaron salpicaduras de sangre en varias direcciones, compatibles con la huida del nuevo novio de Cristina, quien sufrió varias puñaladas en el cuello y sangró abundantemente cuando intentaba ir a buscar ayuda.

Material de escalada

Los investigadores agregaron que el supuesto autor del crimen usó material de escalada para trepar por unas cuerdas que usaba una empresa de trabajos verticales hasta la azotea del edificio. Una vez allí, cortó varias de esas cuerdas, las anudó en otra de las fachadas y se descolgó unos siete metros, hasta el balcón de la vivienda de su exnovia, en la planta décima.

Esa operación “no fue fruto de la improvisación”, según los ertzainas, sino que “le llevó su tiempo” y posiblemente necesitó, incluso, visitar el lugar con anterioridad y analizar la instalación de la empresa de rehabilitaciones para calcular la operación.

De las pruebas encontradas “lo más revelador” fueron las huellas de las zapatillas deportivas cuando se apoyaba en la fachada en su descenso, las cuerdas que quedaron colgadas, pero escondidas detrás de los tubos del gas y los vestigios de la manipulación de los útiles de las obras.

También hallaron huellas de zapatillas deportivas en el marco de la puerta del balcón, cuya manilla estaba manipulada, y marcas de ese mismo calzado dentro del salón hasta el sofá.