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Castedo retira el veto a la llegada de basura de fuera para hacer caja

El PP revoca por la vía de urgencia el veto a la llegada de residuos ajenos al municipio El PSPV y EU abandonan el pleno de Alicante como protesta por la medida

Sonia Castedo durante el pleno del Ayuntamiento de Alicante.
Sonia Castedo durante el pleno del Ayuntamiento de Alicante.PEPE OLIVARES

Por primera vez en el presente mandato, los concejales de los dos grupos mayoritarios de la oposición en el Ayuntamiento de Alicante, PSPV y EU, abandonaron este jueves el pleno de la Corporación por discrepancias, tanto en la forma como en el fondo, con el equipo de Gobierno local que lidera Sonia Castedo, del PP. Los ediles dejaron plantada a la regidora a raíz de una moción del Grupo Popular, presentada por la vía de urgencia poco antes de la sesión plenaria, que revocaba la prohibición pactada entre todos los grupos políticos en junio de 2010 de aceptar basuras de fuera de Alicante en la planta de Fontcalent. El Ayuntamiento de Alicante necesita ingresos y ha decidido reabrir la planta a residuos externos como una de las vías para conseguirlos.

El abandono del pleno fue el movimiento sorpresa en un tablero de ajedrez que llevaba días jugándose entre Gobierno y oposición. EU había presentado una moción en la que apostaba por mantener el veto a la entrada de basura externa y a la que se sumó el PSPV. El equipo de Gobierno, por su parte, decidió presentar una enmienda a la moción para anular el veto, ante lo cual, la oposición retiró ayer mismo la propuesta. Pero el PP había pensando un plan B y presentó una moción de urgencia las 8.37 horas.

El PSPV y EU explicaron tras el pleno que su decisión se debió a “las malas artes y maniobras del PP” para levantar el veto. La oposición considera que la moción no debía haberse admitido por presentarse menos de una hora antes del pleno, tal y como marca el reglamento. Los dos partidos anunciaron que presentarán un recurso de reposición al acuerdo.

El desplante sentó muy mal a la alcaldesa de Alicante, que aprovechó la ausencia de los ediles del PSPV y de EU para hacer decaer dos ruegos, uno de cada grupo, y para criticar con dureza un gesto que calificó de “circo” y de actitud poco respetuosa.

El edil de UPyD, Fernando Llopis, no abandonó el pleno, pero expresó su rechazo a la entrada de residuos de fuera a la planta de Alicante.

El PP también se sirvió de su holgada mayoría absoluta para rechazar una moción de EU que pedía retirar la exención del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a la Iglesia católica.

El Ayuntamiento tramita la ampliación del vertedero de Fontcalent con una nueva celda, con capacidad para 1,8 millones de toneladas de basura. Las cuatro celdas actuales tienen capacidad para enterrar 3,1 millones de toneladas de basura. La planta se diseñó para tratar 155.000 de toneladas al año que crecerían hasta 180.000 en sus 21 años útil. Llegaron a entrar 300.000 toneladas de basura al año hasta que Alicante vetó la entrada de basura ajena en 2010.

Rabassa avanza con la excusa de Ikea

El Grupo Popular impuso este jueves su mayoría para aprobar “con prisas” el anteproyecto del plan urbanístico de Rabassa, con el argumento de que así se facilita la implantación de la multinacional sueca Ikea en el entorno, “un lujo” que creará unos 2.000 empleos.

El visto bueno a este trámite, aún no definitivo para el Plan Rabassa y que contó con el apoyo de UPyD, y el rechazo de PSPV-PSOE y EU, se produjo tras una agria discusión en la que los dos últimos partidos acusaron a la alcaldesa, Sonia Castedo (PP), de beneficiar al promotor urbanístico Enrique Ortiz, imputado en varias ramas del caso Brugal, entre ellas por haber recibido supuestamente información privilegiada del nuevo Plan General de Alicante. Las referencias al caso de corrupción se repitieron. Las acusaciones llevaron a la alcaldesa a intervenir al final del debate. Castedo recordó al PSPV su incoherencia (al votar a favor y en contra de Rabassa en los últimos años) y terminó lamentando que "la presunción de inocencia ya no existe", en referencia a las acusaciones de la oposición de supuestos beneficios a Ortiz.

La concejal de Urbanismo y portavoz del PP, Marta García-Romeu, admitió que la presentación a los partidos de la oposición del anteproyecto, de 5.000 folios, ha sido precipitada y prometió que “no volverá a ocurrir”. Sin embargo, recalcó que el equipo de Gobierno tiene “prisa por las consecuencias que supone la aprobación del plan” ya que allana el camino para que “venga Ikea”.

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