Uno de cada cinco jóvenes que trabajan teme perder su empleo en un año

La mitad de los jóvenes vascos (el 49%) de entre 16 y 34 años está trabajando actualmente, aunque un 21% temer perder su empleo antes de un año. Además, cuatro de cada 10 (el 42%) cambiaría de ocupación porque está descontento con sus condiciones laborales, según el estudio sobre empleo juvenil presentado ayer por el Observatorio de la Juventud.

A estas conclusiones se ha llegado tras realizar 1.927 encuestas domiciliarias entre el 14 y el 25 noviembre de 2011 a jóvenes de hasta 34 años. El informe, dado a conocer por el viceconsejero de Cultura, Antonio Rivera, y el director de Juventud, Natxo Rodríguez, también revela que casi un tercio (el 31%) de los jóvenes está estudiando y que el 18% se encuentra en el paro.

Los datos ofrecidos por el Observatorio de la Juventud indican que ocho de cada diez jóvenes tienen algún tipo de experiencia laboral y para el 56% el acceso a su primer trabajo remunerado fue antes de terminar los estudios. El tiempo entre la finalización de los estudios y el acceso al empleo arroja un promedio de siete meses. Asimismo, el modo de acceso más frecuente a ese primer empleo es a través de familiares y amistades (41%), seguido de la búsqueda personal directa (30%).

En cuanto a las características del empleo, más de la mitad de la juventud que trabaja tiene contrato indefinido y sólo un 3% lo hace sin contrato. De estos últimos, destaca que tres de cada cuatro son mujeres. Tres de cada cuatro trabaja a jornada completa (es diez puntos menos, un 65%, entre las mujeres) y algo más de la mitad (el 57%) tiene el trabajo que buscaba.

La estabilidad es el principal rasgo que se valora en un puesto de trabajo

El salario neto medio mensual de los jóvenes se sitúa en los 1.116 euros, si bien la principal fuente de ingresos para el 36% de la juventud es la familia: el 10% de quienes tienen entre 30 y 34 años depende económicamente de sus padres y el 26% del total de jóvenes que trabajan necesita completar sus ingresos con ayuda de sus familiares.

El sueldo es precisamente una de las variables con la que menos satisfecha está la juventud que trabaja, dado que solo la mitad (el 53%) considera que su trabajo está bien pagado, aunque el porcentaje desciende cuatro puntos entre las mujeres.

Respecto a quienes están en paro, el 73% ha buscado activamente empleo durante los tres últimos meses y llevan una media de nueve meses buscándolo. Además, la mayor parte cree poco o nada probable encontrarlo en el plazo de medio año. En estas circunstancias, un 44% está en disposición de salir a trabajar al extranjero y un 88% aceptaría un empleo que supusiera un cambio de profesión u oficio. Pese a estas dificultades, tres de cada cuatro jóvenes en paro no se plantea el autoempleo.

Rodríguez señaló que un 13% de las mujeres que trabajan a jornada parcial lo hacen para tratar de conciliar su actividad laboral con las ocupaciones laborales, frente a un 1% entre los hombres.

La característica más valorada en un empleo, tanto por quienes trabajan como por quienes están en paro, es la estabilidad. En este momento, esta aspiración está más acentuada entre los jóvenes de Gipuzkoa, donde la mitad de la población joven que trabaja lleva más de tres años en su empleo (51%), mientras que en Bizkaia se sitúa por debajo de la media (39%).

Por otro ldo, un total de ocho de cada diez jóvenes que trabajan lo hacen en la empresa privada, ya sea como persona asalariada (72%) o como autónoma en su propio negocio (9%). Además otro 6% lo hace en la Administración pública, un porcentaje idéntico al de las empresas públicas, y un 2% en el servicio doméstico.