Metro estudia adelantar el cierre entre semana para ahorrar sin estimar cuánto

El consejero de Transportes madrileño, Pablo Cavero, ha informado esta mañana de la intención del Gobierno regional de cerrar Metro de Madrid una hora y media antes los días laborales para reducir el déficit operativo de la empresa pública, que alcanza los 800 millones de euros —tiene unos ingresos anuales de 400 millones y unos gastos de 1.200—. La medida afectaría a unos 24.000 viajeros diarios, según estimaciones oficiales de la Consejería, lo que supone cerca del 1% de los 2,2 millones de viajeros diarios del suburbano. Las madrugadas del sábado y del domingo, la cifra se dobla hasta los 50.000, según fuentes del sector.

El consejero ha confirmado los planes de reducir el horario de apertura del suburbano, una medida que incluía un plan de ahorro publicado por EL PAÍS que elaboraron técnicos de Metro el año pasado.Según este plan, la medida afectaría a 12 de los 633 millones de viajeros anuales del suburbano y supondría unos cuatro millones de euros al año o seis millones en caso de que se cerrara antes de lunes a domingo. La idea de cerrar el metro antes no es nueva. Hace más de 20 años que hay anuncios relacionados con este asunto que no se materializan. Ya en 1988 se planteó esta fórmula, como recoge una información publicada entonces por este periódico.

Pablo Cavero ha visitado los talleres que el suburbano tiene en el distrito de Hortaleza junto al consejero delegado de la empresa, Ignacio González Velayos. El consejero no ha precisado cuánto calcula que podría ahorrarse ni cuándo entraría en vigor la medida. Desde la consejería, un portavoz ha admitido que la propuesta está en estudio pero tampoco ha aportado ni datos ni fechas.

El último vagón de cada cabecera de línea sale a la una y media de la madrugada de lunes a domingo. Este horario "es algo que estamos analizando y revisando", ha indicado el consejero, para quien "no tiene mucha lógica cerrar el Metro a la una y media entre semana igual que en festivos". Por ello, su departamento está analizando si un adelanto del cierre del Metro "a las doce de la noche o cualquier otro horario" en días laborables puede ser una de las medidas de ahorro. El consejero ha añadido que, en caso recortar el servicio, se ampliaría la frecuencia de paso de los búhos, los autobuses que hacen el recorrido de las líneas de metro una vez cerradas estas. 

Transportes destina 1.200 millones de euros anuales de un presupuesto total de 1.600 a subvencionar Metro y Cavero llegó con el encargo de Esperanza Aguirre de reducir este importe y de aumentar los ingresos. Entre otras medidas de menor impacto en el usuario como la venta de inmuebles, la reducción de alquileres y el adelgazamiento de la cúpula, Cavero ha incrementado el precio de los billetes una medida del 11%, una subida que entró en vigor en mayo.

Paralelamente a estas medidas de ahorro, Transportes e Infraestructuras también estudia medidas de ingresos por la vía de la publicidad, a través de la instalación de locales comerciales en el suburbano e, incluso, dotando de telecomunicaciones a las 300 estaciones.

Las cuentas de metro no cuadran. Mantener la red, que tiene 300 kilómetros, cuesta 2.500 millones, según estimaciones de Transportes. De ese montante, hasta la subida de tarifas, la mayor en 10 años, el 40% provenía de lo que pagaban los usuarios (980 millones) y el otro 60% lo asumían las Administraciones, a través de impuestos que también abona el ciudadano. La Comunidad de Madrid pretende igualar esos porcentajes hasta dejarlos en un 50% en ambos casos, lo que conlleva obtener por otras vías 270 millones. La subida del 11% de las tarifas supone, según las estimaciones de la consejería, 120 millones más. Los otros 150 esperaba conseguirlos a través de “adelgazar costes” (120 millones), con publicidad y patrocinios (21) y funcionando como consultaría para otros metros y empresas de transportes del mundo (9).

El presupuesto anual de Metro asciende a 1.233 millones de euros. Más de un tercio se destina a sueldos y gastos de personal, otro tanto a alquileres (sobre todo de trenes y estaciones en régimen de concesión), el 15% se va en suministros, 50 millones en limpieza y 80 en seguridad. A finales de 2011, directivos de Metro elaboraron un plan de ahorro por el encargo de la consejería que barajaba distintas opciones y que fue publicado por EL PAÍS. Incluía medidas impopulares como reducir la vigilancia y la limpieza o cerrar el suburbano a media noche. También recogía una disminución en el gasto energético reduciendo la iluminación y el aire acondicionado. Ese tipo de fórmulas, que en su vertiente más extrema incluía despidos, suponía 62,5 millones de ahorro, algo más de la mitad de lo que Transporte pretende reducir ahora para equilibrar la aportación de las Administraciones y los usuarios.