Todos pendientes de Bielsa

La familia del Athletic digiere a duras penas la amarga decepción de dos finales perdidas mientras espera inquieta cuál será la decisión de Marcelo Bielsa sobre su futuro deportivo. En un ambiente donde la sucesión de anécdotas en torno a los desproporcionados registros en el acceso al estadio Vicente Calderón y las valoraciones políticas sobre la intensidad de los silbidos al himno español desvían la valoración sobre la derrota ante el Barcelona, el club rojiblanco vive más pendiente que nunca de su entrenador.

La simbiosis entre la inmensa mayoría de la afición del Athletic y Marcelo Bielsa, ratificada incluso en los momentos más descorazonadores de Bucarest y Madrid, planea siquiera ambientalmente sobre la cabeza del técnico argentino, aunque fuentes próximas a la directiva admiten que “no hay indicios” sobre la suerte final.

Por encima de la estimada valoración asociada a su trabajo, y que recibe el reconocimiento internacional de un nuevo estilo Athletic, el propio Bielsa se siente muy lejos de la satisfacción en base a su propia autoexigencia. Una regular clasificación final en la Liga, dos ocasiones falladas en sendas finales ante una afición entregada, ningún gol en los últimos seis partidos jugados y el reconocimiento de errores propios en momentos clave como el del pasado viernes enrabietan al entrenador argentino. Y en esta coyuntura se agolpan las opciones de que dispone el técnico para elegir su futuro.

Valverde emerge como alternativa si se produjera un cambio obligado de técnico

Como ya estaba previsto en el primer acuerdo entre Josu Urrutia, presidente del Athletic, y Bielsa, una vez concluyera la competición de esta temporada se abriría el turno para decidir sobre su continuidad. Así las cosas, la semana próxima se antoja decisiva.

En el supuesto de que Bielsa optara por abandonar el Athletic, la alternativa de Ernesto Valverde vuelve a cobrar la máxima intensidad. El técnico extremeño, con un perfil táctico del agrado de la actual directiva y avalado por su amigo y excompañero Urrutia, tendría el camino despejado para recibir una oferta que le permitiera regresar al Athletic.

Mientras, existe inquietud por el escaso margen de recuperación del que dispondrán varios jugadores rojiblancos hasta la vuelta a los entrenamientos, adelantados por el comienzo de la competición europea el 2 de agosto. La presencia de internacionales en varias competiciones durante el próximo mes y medio y las dudas sobre la evolución de los problemas de pubis de Ander Herrera alimenta la preocupación.

Los cacheos antes del partido y la pitada al himno desvían la tristeza por la derrota

Hasta entonces, el entorno de la final del Calderón atrae, incluso, a los políticos que ayer mismo se sumaron a las interpretaciones sobre los hechos no deportivos que rodearon el encuentro. Así, sobre puntos de vista opuestos, los presidentes del PNV y del PP vasco, Iñigo Urkullu y Antonio Basagoiti, se refirieron con ópticas antagónicas a los silbidos al himno nacional a la entrada del Príncipe Felipe a la tribuna del estadio madrileño. Urkullu, en su blog personal, indicó que “ganó la pitada al himno de España del 99% de los 52.000 presentes” pese a los “100.000 vatios de potencia” instalados por la organización del encuentro y del volumen de decibelios en TVE. En cambio, Basagoiti destaca que “hubo muchísima gente” que escuchó el himno de España “con respeto”, a la vez que reprueba los insultos a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, porque es “una falta de respeto”.

Pero la polémica también se extiende a los cacheos previos al acceso al estadio Vicente Calderón de los aficionados de los dos equipos finalistas y que a muchos de ellos les supuso ocupar su localidad una vez comenzado el encuentro. El portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, anunció ayer, según Efe, que pedirá explicaciones al Gobierno español por estos cacheos. En un comunicado, Bosch lamenta los hechos ocurridos en las horas previas al partido, cuando agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional cachearon “sin criterio” a aficionados del Barça y del Athletic, “siguiendo órdenes de las autoridades madrileñas”.

Finalmente, la mayoría de los seguidores rojiblancos ya han ido regresando escalonadamente desde Madrid. En la jornada de ayer, también hubo largas retenciones de tráfico, que en este caso se prolongaron, y sin accidentes, desde las afueras de la capital hasta la localidad de San Agustín de Guadalix, a unos 39 kilómetros.