Pachi Vázquez exige a la Xunta que muestre los contratos de Pemex

“Sería una buena noticia si se confirmase pero cuando la lismona es tan grande hasta el santo desconfía”. Es el diagnóstico del secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, sobre el acuerdo firmado ayer por la Xunta y la petrolera pública mexicana por el que pretende construir 14 remolcadores por 310 millones de euros. Vistos los antecedentes de otros anuncios de la Xunta como la fábrica de baterías de Mitsubishi o el coche eléctrico que según el conselleiro de Industria, Javier Guerra y el expresidente de la Diputación orensana, José Luis Baltar, los socialistas quieren ver los papeles para constatar la solidez del acuerdo.

De momento, la Xunta no ha hecho público la letra pequeña, pero el presidente, Alberto Núñez Feijóo, aseguró ayer que la contratación de los remolcadores no dependen de las elecciones que van a tener lugar en México.

Por su parte, el BNG, a través de su candidato Francisco Jorquera, saluda también el encargo pero recuerda que la construcción de los remolcadores no resuelven el grave problema que vive el sector naval y pide al Gobierno gallego que trabaje para ofrecer soluciones. Guerra, por su parte, sacó pecho y arremetió contra la oposición por haber criticado si viaje a México en compañía del presidente de la Xunta. Con un tono entre irónico y desafiante, aseguró que un pacto de estas características no se consigue con una llamada de teléfono y recriminó que se hubiera criticado el viaje presidencial a México.

En el mismo sentido se pronunció el portavoz del PP, Antonio Rodríguez Miranda, el más entusiasta de todos los dirigentes que valoraron el acuerdo, al calificarlo como “la mejor noticia económica del siglo XXI”.

Por otra parte, el líder socialista Pachi Vázquez reiteró ayer su afirmación de que la Xunta dejó sin computar en 2011 un tercio de las facturas del año al cerrar el ejercicio presupuestario el 30 de septiembre y sin previo aviso. El secretario general del PSdeG responde así a las acusaciones de Feijóo que lo había acusado la víspera de tener un “déficit de madurez”, de “cometer el pecado más grave de un político, mentir en el Parlamento”, y de “poner en riesgo a Galicia ante las agencias de calificación”.

Vázquez retó a Feijóo a que pruebe si no es cierto que dejó de reconocer facturas en el último trimestre del año, un período de tiempo en el que la Xunta se limitó a afrontar pagos que venían de antes sin ejecutar ningún proyecto nuevo. El dirigente socialista sostiene que esa decisión inusual influyó decisivamente en la cifra de déficit que Galicia presentó en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, la más baja de todas las autonomías. Desde el PP, Miranda le replicó ayer que si las calificarán las palabras de los políticos “Feijóo tendría una triple A y Vázquez, un bono basura”.