Mario Fernández avisa de que los altos costes salariales debilitan la economía

Si algún empresario con problemas de crédito acudió ayer a la jornada de la patronal alavesa sobre financiación a las pymes en busca de soluciones, se volvió a la oficina como llegó. Los máximos representantes del sector financiero vasco, del Gobierno y de la patronal alavesa hicieron una descarnada descripción de la situación económica, presentaron unas previsiones nada halagüeñas, y aventuraron que en ese contexto, el paro y las penurias financieras van a seguir siendo compañeros de viaje, al menos hasta 2013, pero de soluciones, nada.

En medio de un dramático llamamiento del presidente de SEA Empresarios Alaveses, Pascal Gómez a que fluya el crédito para evitar “nuevos cierres de empresas, más anuncios de ERE, más concursos de acreedores y mayores tasas de desempleo”, el presidente de Kutxabank, Mario Fernández, y el de la sociedad de garantía recíproca, Elkargi, Josu Sánchez, atribuyeron gran parte del problema a las cada vez más exigentes demandas de recapitalización que está haciendo el Gobierno central para contener a los mercados y sanear, sobre todo, a las cajas de ahorro.

Gómez lo dejó claro. Pese a los 2.180 millones que ha movilizado el Gobierno, sobre todo para pymes, pese a los convenios de las patronales con Kutxabank, y pese a las abultadas líneas para circulante que manejan Elkargi y Oinarri, “los empresarios luchamos día a día para no bajar la persiana” y no podemos afirmar otra cosa que “todavía no hemos participado del anunciado brote crediticio”.

En ese contexto el presidente de Kutxabank se refirió a dos de las debilidades de la economía vasca que deberían ser enmendadas para salir fortalecidos de la crisis, los elevados costes salariales, y la atomización del sector industrial vasco. Fernández que en 2011 cobró 514.900 euros, tras aplicarse una rebaja voluntaria del 15%, y renunciar a remuneraciones variables, pidió un “esfuerzo en términos salariales” a quienes tienen un puesto de trabajo estable. “No creo que sea demasiado pedir”, indicó. También hizo esa reflexión respecto de los trabajadores de Kutxabank y de sus cajas. “Tenemos las mejores ratios en todo, menos en salarios”, dijo, aunque a renglón seguido explicó que pese a los sueldos, los trabajadores de su entidad sí son homologables en productividad.

Fernández cobró en 2011 514.900 euros tras rebajarse un 15% el salario

La segunda de las debilidades, que también le afecta de lleno, es el tamaño. Pese a la fusión fría, Kutxabank es la novena entidad por activos del actual mapa financiero “pero el año que viene seremos la última y eso no es aconsejable”, dijo reincidiendo en la idea que ya lanza cada vez que toma la palabra de que la entidad que preside tiene que crecer para afrontar mejor el futuro. Un consejo que dio para todas las empresas porque con mayor tamaño podrán acceder a los recursos necesarios tanto para invertir en innovación como para implantarse en otros mercados.

El consejero de Economía Carlos Aguirre, por su parte, intentó calentar el pleno monográfico sobre fiscalidad que se celebrará el próximo lunes en el Parlamento vasco. En su opinión el principal problema que ha generado el elevado déficit público en 2011 hasta el 8,9 % del PIB en España es que el sistema fiscal no es capaz de generar los suficientes ingresos como para mantener el Estados del bienestar, y habría que reformarlo. Un problema similar al de Euskadi. “En España se han perdido cinco puntos de PIB de ingresos fiscales, precisamente los que ha subido el déficit”, indicó.

El consejero de Economía pidió una reforma fiscal que mejore el ingreso

En un foro de empresarios, y en vísperas de que la patronal Confebask presente su modelo de Impuesto de Sociedades, sensiblemente más bajo que el actual, Aguirre recordó que España tiene una presión fiscal sobre el PIB del entorno del 31% entre siete y diez puntos menos de media que en el resto de la UE.

El presidente de Elkargi, la sociedad con 11.451 empresas asociadas, el 37% del sector industrial, Josu Sánchez pidió un esfuerzo “coordinado” entre administraciones públicas y entidades financieras para agilizar el crédito a las pymes. “Si Elkargi ha sido definitivo ahora se justifica más que nunca”, dijo.