El barrio, con su Langui

“Langui, Langui, Langui…” Que un centenar de personas coreen a un cantante no es raro. Que lo hagan un sábado por la mañana en un aparcamiento sin asfaltar del barrio de Pan Bendito, en el distrito de Carabanchel, es menos habitual. Que el coreado esté subido en el techo de un edificio de locales comerciales y garajes al lado del mismísimo Andrés Calamaro termina de redondear la insólita escena. Es la grabación del videoclip del nuevo tema de Juan Manuel Montilla, conocido artísticamente como Langui, que se llama Cliente Muerto y que el autor define como “una crítica contundente a la industria”.

Vecinos y seguidores del cantante han participado este fin de semana como extras voluntarios en el vídeo. El propio Langui lanzó la convocatoria en su cuenta de Twitter hace unos días, con apoyo de muchos colaboradores y amigos. “Es difícil, porque cuando actúo como músico o actor [tiene un Goya por su interpretación en El truco de Manco y otro por la banda sonora], tengo que ocuparme de mi parte y ya. Pero aquí, al ser una grabación independiente que organizamos nosotros, hay que estar pendiente de todo, de que no se vaya la gente, de preocuparse por si llueve”, comenta en un descanso.

Langui trabaja en su primer disco en solitario, a la vez que continúa siendo miembro del grupo La Excepción, con el que se dio a conocer. “Anoche estuvimos en un tremendo concierto en el Festival Territorios Sevilla, pero ya estamos aquí, para lo que haga falta”, comenta el sábado por la mañana Gitano Antón (Antonio Moreno), amigo de Juanma –como le llaman sus cercanos- y compañero de La Excepción. Acaba de llegar a Madrid y ya está trabajando de nuevo. “Menos mal que tengo práctica”, admite Langui, que planea producir su trabajo de forma independiente, cuando aún no se ha resuelto el litigio que mantiene con sus antiguas discográficas, Warner y Zona Bruta, a las que denunció en 2008 por contrato abusivo y falta de pagos atrasados.

“Estamos aquí para apoyar al Langui, que lleva tres años sin poder sacar un disco por un pleito judicial”, recalca Calamaro durante la grabación del videoclip, para animar a los presentes. Él ya contó con la colaboración del rapero madrileño en la canción Te extraño de su disco On the rock (2010). Ahora, aprovechando una visita a Madrid, no ha dudado en trasladarse con su taza de mate a Carabanchel para acompañar al Langui en su producción autogestionada, donde a Juanma le sobran los colaboradores.

"Un patriarca joven"

“Se lo merece porque él es el primero que está continuamente organizando actividades en el barrio, es como un patriarca joven”, señala Nicanor Hernández, el presidente de la asociación de vecinos. Entre sus iniciativas más destacadas está la de Radio Taraská, en la que colaboran vecinos y que graban semanalmente y se cuelga en la web. Carlos García, vecino del barrio, es uno de los colaboradores más entusiastas y resalta la importancia de hacer cosas en una zona cuyo “abandono por parte del Ayuntamiento” denuncia.

Pan Bendito es una de las zonas más humildes de Madrid y Langui, como otros vecinos, se implica para mejorar las condiciones de vida y la convivencia. “Denunciamos los problemas que tenemos, pero a la vez hay muchas cosas buenas por aquí también”, comenta Ana Miranda, amiga de Juanma, y activa bloguera y tuitera que lleva las cuentas del Grupo Radio Taraská en internet, entre otras actividades.

"Yo soy más de heavy, pero este chico es estupendo",  comenta una vecina

Entre esas “cosas buenas” se incluye la solidaridad demostrada por los extras voluntarios del videoclip, a pesar de las esperas, la bajada de temperaturas de esta irregular primavera y la amenaza de lluvia. Los perfiles son diversos, del grupo de chavales con pinta de hip hoperos de la asociación Juvenrap a Olga Porras, una vecina de 48 años que iba a pasear a su perro y, al ver jaleo, se ha acercado y ha comenzado a jalear a El Langui: “Yo soy más de heavy, pero los conciertos me encantan y este chico es estupendo”, comenta.

También hay algunas pancartas reivindicativas, subrayando la denuncia social, muy vinculada con la crisis, de Cliente Muerto. En las que sostienen Danny Pina, de 11 años, y Óscar Fernández, de 15, se lee “no a los recortes escolares” y “no a las injusticias”. Tampoco falta la referencia a lo que simboliza el cantante: alguien hecho a sí mismo partiendo de una base más complicada de lo habitual, ya que tiene dificultades para moverse por su parálisis cerebral. Miguel Ángel Arévalo, un vecino de Usera de 45 años que ha participado en la grabación, insiste en esa cualidad: “El tipo de música no es mi estilo, pero el tipo este lucha como él solo. Yo tengo dos hermanos con discapacidad y, salvando las distancias, también son dos supervivientes. Langui es un tremendo ejemplo, es un fenómeno”.