El regreso a casa de Hockney
Una exposición reúne expone los paisajes de Inglaterra que ha pintado en los últimos años 50 obras están hechas con iPad
David Hockney (Bradford, 1937) se marchó de Inglaterra con 24 años y se estableció en Los Ángeles, cautivado por la luz y la vida en la soleada California. El nombre de Hockney quedó unido a los paisajes de cielo azul y brillantes piscinas de su nuevo hogar, en los que siempre parece verano. Cada año visitaba Inglaterra, pero regresaba pronto a América, hasta que en 1997 la enfermedad de un íntimo amigo le mantuvo en Yorkshire, rodeado otra vez de los campos y los árboles de su infancia. Su pintura empezó a fijarse en los prados ondulados, en los bosques y en los cambios que sufrían en cada estación del año. Cuando la Royal Academy of Arts, de Londres, le propuso organizar una gran exposición, Hockney eligió plasmar los paisajes de Yorkshire, su condado natal. Allí montó un estudio y paso horas y horas observando el entorno y pintando al aire libre. El resultado del trabajo que le ha ocupado en los últimos ocho años compone la exposición David Hockney: una visión más amplia, que hoy se abre al público en el Museo Guggenheim.
La comisaria de la exposición, Edith Devaney, responsable de proyectos de arte contemporáneo de la Royal Academy, recuerda que en su regreso al paisaje del este de Yorkshire, en el norte de Inglaterra, empezó a pintar con acuarela, como hacía en los años 60. Fue el despegue de una apasionada dedicación a plasmar paisajes directamente del natural, con una fila de tres caballetes que sostenía dos lienzos cada uno y le permitían abrir su ángulo de visión. Su interés por el mundo natural no apareció por sorpresa en la madurez, sino que ha sido una constante en toda su carrera. La exposición lo demuestra con una sala dedicada a obras anteriores, en la que entre otras obras se muestra su célebre paisaje del Gran Cañón del Colorado.
La muestra incluye desde acuarelas a videos rodados con nueve cámaras
Cubierto con una gorra blanca y caminando con un bastón, Hockney tiene a sus 74 años el aspecto de un inglés retirado. Su actividad ha sido, sin embargo, frenética. Cuando el óleo no fue suficiente empezó a experimentar con el Iphone y el Ipad, “herramientas fascinantes”, en palabras del artista. La obra central de la exposición La llegada de la primavera en Woldgate está formada por 32 lienzos que componen un paisaje gigantesco y 51 impresiones de vistas que pusieron a prueba el talento de dibujante de Hockney sobre la pantalla del Ipad. La pintura al aire libre, el trabajo en el estudio y las nuevas herramientas no agotaron el caudal creativo del artista. La última sala de la exposición esta dedicada a las grabaciones en vídeo, con un sistema de nueve cámaras que inciden en el tema que recorre toda la exposición.
Hockney ha logrado la consideración de ser el artista vivo más importante del Reino Unido. No parece importarle. “Estoy muy ocupado para tenerlo en cuenta”, dijo ayer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.