La escisión de Aralar ve en “declive” al partido tras echar a tres parlamentarios
Nahia considera “una excusa más” vincular la expulsión a la ponencia de paz
Nahia, la nueva organización política surgida de una escisión de Aralar, calificó ayer de “escandalosa” la expulsión de los tres parlamentarios críticos y consideró que este hecho pone en evidencia el “declive y la decadencia de un partido que va decayendo desde el congreso celebrado en Pamplona en 2009”. Acusaron a la formación dirigida por Patxi Zabaleta de valerse de “una excusa” para despedir a Aintzane Ezenarro, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe por apoyar la creación de la ponencia de paz en el Parlamento.
En el primer comunicado oficial remitido por este nuevo partido, Nahia confirma que su intención es “dar cobertura y mantener unidos” a los cargos públicos que han visto “hurtada su opción política” y han sido “injustamente tratados por la actual dirección de Aralar”. No tienen previsto conformar una nueva opción electoral ni hacen expresa una invitación a sumarse a su proyecto a los tres parlamentarios expulsados. Consideran a estos tres representantes han sido “unos buenos parlamentarios, unos buenos abertzales, firmes en la defensa de los principios éticos y políticos” originales de Aralar.
La nueva formación achaca la fractura a una “lucha por el poder interno”
Nahia se presenta como “un partido de la izquierda abertzale creado por un grupo de exmilitantes de Aralar de Gipuzkoa” que no se reconocen en la formación política que ayudaron “a crear e impulsar hace más de una década”.
“Aralar ya no es un partido independiente, sino una agencia de colocación en la que no hay lugar para el debate y la pluralidad”, sostienen en la nota.
Este colectivo dice recoger el testigo de la corriente crítica interna Aizkorri y de los jóvenes de Iratzarri también expedientados, y muestra su afinidad con los exmilitantes que crearon Araba Bai y concurrieron en las pasadas municipales junto con Bildu en esta provincia.
Esta formación sostiene que el origen de la fractura interna que ahora sufre Aralar está en “la lucha por el poder interno, la falta de democracia y el mal estilo de quienes hoy ocupan la ejecutiva”. “El verdadero problema ha sido, en definitiva, un problema humano, unido a las prisas de algunos para correr a recuperar los puestos que habían perdido. La falta de escrúpulos y la campaña de persecución desatada contra otros militantes, les hizo cometer muchos errores políticos”, aseguran.
Los disidentes no prevén presentarse como una opción electoral
En este contexto sitúan el proceso abierto contra los tres parlamentarios, a quienes se ha expulsado, según Nahia, con la “excusa” de la ponencia abierta en la Cámara autonómica.
Estos disidentes apuntan que desde el Congreso de Derio, celebrado en septiembre del año pasado, “la dirección del partido se planteaba exigir la dimisión de Aintzane Ezenarro”.
Aunque Nahia considera que “puede ser discutible la composición de la ponencia” impulsada por los parlamentarios díscolos de Aralar, apostilla que “lo que no es discutible es la puesta en marcha de cualquier foro donde se hable de normalización y pacificación, eso siempre es una buena noticia”.
Los escindidos niegan que el motivo de los desencuentros dentro de Aralar hayan respondido a la estrategia de alianzas con la izquierda abertzale, plasmada en la integración en Amaiur, o discrepancias con establecer una colaboración con Bildu.
Como ejemplo de ello, afirman que exmilitantes de Aralar integrados ahora en Nahia están gobernando en coalición con Bildu en el Ayuntamiento de Beasain. Finalmente, hacen constar que es “un secreto a voces” que la mayoría de quienes han pertenecido a Aralar, “ya no estamos en Aralar”.
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