El arte de pegar trocitos
La historia del ‘collage’ puede verse a través de la muestra ‘Trozos, tramas, trazos’, en el IVAM El exdirector del Instituto coloca la colección entre las mejores de Europa
Hace 100 años que Picasso y George Braque inventaron oficialmente la técnica o arte del collage, es decir el arte del “pegado”, según la concepción más común; de la “adición”, según lo veía el pintor Esteban Vicente, o del “acopio de elementos plásticos”, en palabras del exdirector de IVAM José Francisco Yvars. En una lista de excelencia sobre el talento para sumar fragmentos, con toda seguridad aparecerán los nombres de Max Ernst, Kurt Schwitters, El Lissitzky, Marcel Duchamp, Richard Hamilton, John Hartfield, George Grosz, Aleksandr Ródchenko, Jasper Johns, Lászlo Moholy-Nagy, John Baldessari y, entre los españoles, Antoni Tàpies, Antonio Saura, Josep Renau, Equipo Crónica, Luis Gordillo o Eduardo Arroyo. Pues bien, todos ellos y muchos más, como los valencianos Miquel Navarro, Carmen Calvo, Gerardo Rueda, José Sanleón o Manolo Gil tienen desde este jueves sus collages expuestos en la muestra que, diseñada por Yvars como comisario, acaba de inaugurar el IVAM sacando a flote sus ricos fondos en la materia. Para situarnos: Yvars coloca la colección de collages del IVAM entre las mejores de Europa. Una colección de la cual la presente exposición, titulada Trozos, tramas, trazos, es una destilación “restrictiva” —insistió Yvars— de 103 piezas de 61 artistas escogidas entre las más de 320 que la institución valenciana ha ido adquiriendo desde su creación hace 23 años. Piezas que se exponen sueltas en amplios espacios, lejos de la idea de “escaparate comercial” y con un relato propio en el que hay “un hilo conductor visual paralelo al teórico”.
Los fondos del IVAM conservan, al decir del historiador Albert Mercadé en el catálogo, “algunas de las muestras más representativas de las distintas formas fantaseadas por los artistas en alguno de los momentos más convulsos de nuestra era”, desde la Rusia bolchevique a la Alemania de la República de Weimar, desde el París surrealista de entreguerras a los Estados Unidos del New Deal, de la España contestataria a “la contemporaneidad hiperreal y globalizada”.
Duchamps, Max Ernst y Renau, entre los autores expuestos
Solo escudriñar la primera fase de la muestra, denominada Materia; Forma, supone la contemplación de un pequeño tesoro. Aquí está representada la época canónica, “cuando el collage era una aventura”, que ha evolucionado hasta convertirse en “una técnica artística”. Fue la aventura emprendida en su día por Kurt Schwitters con piezas de madera ensamblada como There (1941) y la tridimensional Wooden assemblage (1943/45), o Max Ernst con Loplop presente (1931), tres pequeñas maravillas con las que el visitante se topa nada más comenzar el recorrido de la exposición.
El itinerario propuesto sigue con la sección Imagen, Figura, donde se ve a Saura y Grosz juntos pero no revueltos, o el significativo Homenaje a Picasso del Equipo Crónica. En Memoria, Tradición y Experimentación luce en todo su esplendor la aproximación pop de Hamilton al collage sobre una pared pintada en tonos a juego, porque el color de las paredes pretende ser “un elemento formal”. En la sección Relato y Acción aparece una exuberante exhibición de obras de propaganda, combate y afines, donde se suceden las caras de Baldessari en la serie From working materials, el fotomontaje Oh, this wonderful war!, de Josep Renau, y To the Front, de El Lissitsky. En el apartado Signo y Gesto comparten espacio exclusivo una Box construction de Jopseph Cornell, y Le surrealisme de Duchamp, donde el conocido “se ruega tocar” deviene imposible por estar dentro de una vitrina. Quienes han seguido la historia del IVAM reconocerán aquí algunos referentes, pero Yvars resaltó que este patrimonio “se presenta con ojos nuevos”, con las exigencias de la mirada actual.
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