Homenaje a una vida por los demás

Los Príncipes regresaron ayer a Vitoria, donde no acudían desde hace cuatro años, para presidir la entrega de medallas de oro de la Cruz Roja, cita que la organización ubicó en esa ciudad en el Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para celebrar el 140º aniversario de su implantación en Álava. Don Felipe destacó que el trabajo solidario de la Cruz Roja resulta “verdaderamente necesario y valioso” en tiempos de crisis como los actuales para afrontar su dureza. “Coloca a nuestra sociedad entre las más generosas de la comunidad internacional”, añadió.

El heredero de la Corona subrayó el papel “fundamental” de la sociedad civil organizada como instrumento para canalizar y aplicar “ese caudal extraordiario de solidaridad”. Y subrayó que la Cruz Roja es “el mejor ejemplo de cómo y hasta dónde puede llegar esa sociedad civil organizada en beneficio del bien común”.

El mejor ejemplo de todo ello es Esperanza López Peña, de 94 años, voluntaria de la Cruz Roja de Ciudad Rodrigo (Salamanca) desde hace 60, quien acudió con su hijo para recibir una de las 14 medallas concedidas este año. Avispada, con gran sentido del humor y una salud de hierro pese a algún que otro achaque, enseñaba su medalla abrumada mientras explicaba cómo en los primeros años, “cuando no había ambulancias”, acudían a socorrer a las personas que sufrían accidentes como buenamente podían.

“Les poníamos un collarín y buscábamos un médico para ver si les podía atender. Nosotros poco sabíamos”, relata la voluntaria más anciana de España, quien tras décadas “acompañando a enfermos, a discapacitados, haciendo lo mejor posible... hasta vendiendo lotería; de todo, nunca les he dicho que no”, ahora ha reducido su colaboración. “Son ellos los que me ayudan, a llevar la compra y esas cosas”, decía. En su memoria, una auténtica biblioteca de la Cruz Roja, permanecen frescos algunos casos, como el de un niño autista que ayudaba a trasladar de su casa al colegio a diario.

Entre los galardonados estuvo el exalcalde de Vitoria José Ángel Cuerda, hoy volcado en el consejo social de la ciudad y en asociaciones que trabajan en el ámbito de la inmigración y los sin techo.