El menú solivianta a sus señorías

En el Parlamento de Galicia había un “comedor VIP”, según lo denomina la Presidencia de la Cámara, desconocido por buena parte de los diputados y que será eliminado para dedicar su espacio a área de trabajo. Al tiempo, está previsto duplicar el comedor ordinario de su cafetería, obras de las que nada saben los miembros de la Mesa de la Parlamento que deberían autorizarlas. Y mientras el PSOE niega la exclusividad del “comedor VIP”, la Presidencia asegura que con sus obras de ampliación de la cafetería se ahorrará dinero.

Esta historia de versiones contrapuestas y acusaciones veladas entre populares y socialistas surge al finalizar la concesión de cuatro años para gestionar la cafetería del Parlamento. La Mesa de la Cámara, formada por la presidenta Pilar Rojo y otros dos miembros del PP, uno del PSdeG y otro del BNG, es el órgano de gobierno que se encarga del funcionamiento del edificio y, como tal, aprobó un concurso para renovar la gestión de la cafetería. Pretende ahorrar dinero. Socialistas y nacionalistas aprobaron ese nuevo concurso, pero no sabían es que implicará unas obras cuyo presupuesto se desconoce y de las que no fueron informados.

Como el número de potenciales clientes —diputados, funcionarios y periodistas— y el espacio disponible son limitados, la concesionaria de la cafetería no gana para gastos. Para que sus cuentas cuadren y haya empresas interesadas en ofrecer ese servicio, el Parlamento venía compensándola con 120.000 euros anuales, que con la nueva concesión bajará a 108.000 euros. A cambio de ese ahorro en la subvención se le facilitará a la empresa más espacio para un autoservicio y para atender en mesa a más clientes, con lo que podrá generar más ingresos de forma directa. Esa es la estrategia reconocida por el Parlamento, que no detalla el coste de la obra pero asegura que será “menor” y se amortizará pronto con la concesión más barata: a medio plazo, un ahorro para las arcas públicas.

Pero al tiempo que, a preguntas del periodista, se informa de esa operación desconocida para socialistas y nacionalistas, desde la Presidencia se deja caer también que “como consecuencia de esa reordenación, se suprimirá el comedor VIP habilitado en la anterior legislatura, para que ese lugar pase a ser utilizado como espacio de trabajo de los servicios de la Cámara".

Y aquí salta la indignación del PSOE con lo que considera una censura velada a los tiempos en los que la presidenta era la socialista Dolores Villarino, criticada ya entonces por gastos de dudosa rentabilidad. “Nada de VIP, era una sala de reuniones en la que podían comer los miembros de la Mesa y cuyo uso podía pedir cualquier grupo; subían la comida de la cafetería y punto”, se indigna un socialista, quien asegura que allí comió la propia Pilar Rojo. El BNG, que mira el debate entre socialistas y nacionalistas desde la barrera, dice que desconocía tanto la existencia de ese “comedor VIP” que ahora se eliminará como la intención de la presidenta de ampliar la cafetería a cambio de un ahorro en la concesión.

A la espera de conocerse el coste de estas reformas en el Pazo do Hórreo y su plazo de amortización, la empresa de hostelería que gestione la cafetería deberá seguir ofreciendo a sus señorías menús del día con poco de VIP a un máximo de 6,80 euros.