Barberà de la Conca sigue rompiéndose en dos
El agua podría ser el origen de la grieta que divide el pueblo
Barberà de la Conca, un pueblo de 550 habitantes en la comarca de la Conca de Barberà, sigue partiéndose en dos. Una grieta avanza de este a oeste resquebrajando las calles del municipio y ya hay 40 casas, además de la iglesia del pueblo, afectadas por el suceso. Según revela un estudio del Instituto Geológico de Cataluña (IGC) iniciado hace seis meses, la causa del problema podría ser el agua. En concreto, el informe apunta a tres posibles motivos por los que empezó a resquebrajarse Barberà de la Conca: La apertura de pozos después de una gran sequía en 2008, las fuertes lluvias caídas en verano del 2010 y, por último, la existencia de arcillas más blandas en algunas zonas del subsuelo. Estas últimas, aunque no son expansivas, provocan que el terreno se deforme. Con todo, la Generalitat avisa de que este estudio no es definitivo y el IGC continuará investigando el fenómeno durante un año. Los vecinos, al no tener una solución definitiva, siguen angustiados. “Están nerviosos porque aún no sabemos de dónde viene exactamente la grieta, faltan datos pero al menos tenemos la certeza de que no es catastrófica, no habrá un desplazamiento de tierras que pueda tirar abajo las casas”, explica Ramón Ribas, alcalde de Barberà de la Conca. “Los geólogos dicen que no tienen constancia de ningún precedente de nada parecido”, añade Ribas. La grieta ya alcanza los 250 metros y, además, sigue creciendo tanto en longitud como también un centímetro de grosor cada cinco meses.
La iglesia de Santa María, construida en 1700, tuvo que cerrarse el septiembre pasado por los desperfectos. Tras varias reparaciones, el templo ha podido reabrirse. Sin embargo, las escaleras que rodean la plaza del edifico siguen valladas por los desprendimientos y el IGC recomienda que se reparen. También deben pasar una revisión los conductos de abastecimiento de agua de la población y ya se ha encargado un estudio hidráulico. Algunas cañerías se han roto en los últimos meses y los vecinos han llevado adelante obras para reparar las grietas de sus casas, aunque el seguro no cubre las costas y desde el IGC recomiendan que no se realicen aún. Diversas casas de Barberà de la Conca se construyeron casi sin cimientos en el siglo XIX. La conocida como casa de Cal Joan del Sastre es una de las más afectadas; tiene toda la fachada resquebrajada y sus inquilinos, un matrimonio avanzada edad, ya no acceden al piso superior.
En los próximos meses se realizarán más catas en los edificios. También se analizarán los pozos de la población y de sus alrededores. El Ayuntamiento ha creado un área específica para abordar el problema. Además, los técnicos hacen inspecciones semanales en los edificios más afectados. Pese a la incertidumbre, el alcalde de Barberà de la Conca espera poder conocer pronto el origen de la grieta que divide el municipio.
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