Los constructores vizcaínos piden cambios sobre pisos protegidos

La Ley del Suelo vasca, que fue reformada en 2006 a partir de un texto de 1994, exige que un porcentaje de la edificabilidad del suelo se destine a construcción de viviendas de protección pública (un 75% en el suelo urbanizable y un 40% en el urbano). “Mientras que el éxito de esta reserva como referente legislativo es innegable, no podemos decir lo mismo como medida de fomento de la VPO”, denuncia la Asociación de Constructores y Promotores de Bizkaia (Ascobi).

De hecho, la entidad señala que “el resultado pone de manifiesto que ni de lejos se han conseguido los objetivos perseguidos, pero lo que es peor, esta obligación legal se ha convertido en un lastre para la producción de viviendas libres, al punto que son muy pocos los suelos urbanizables desarrollados con esos porcentajes de reserva”.

Además, Ascobi recalca que la distribución territorial en la construcción de viviendas de protección pública muestra un “desequilibrio muy profundo”, al punto de que actualmente “sobran viviendas protegidas en Vitoria”, ya que no hay demandantes para ellas, mientras que en el caso de Bizkaia (en 2011 se edificaron unas 2.000) “para atender esa demanda (unos 40.000 solicitantes) “serían necesarios más de 20 años siempre que la demanda no aumentara”. Por todo ello, la asociación reclama una “adecuación legislativa” a esta realidad a través de acuerdos aunque éstos tengan “carácter transitorio”. “Es un sinsentido que por ley se obligue a la misma reserva porcentual de suelo para las VPO sin tener en cuenta la demanda”, explica Ascobi.

“Esta adscripción obligatoria de suelo ha supuesto una rémora en el desarrollo de muchos suelos, sobre todo de los urbanizables”, señalan los constructores.

Por otro lado, la asociación advierte de que en Bizkaia “no existe suficiente stock de vivienda (2.181 unidades). Y es que Bizkaia se ha caracterizado por mantener una “producción contenida de viviendas” no solo frente a la media española, sino dentro de Euskadi.

En los últimos siete años se han construido en el territorio 3,6 viviendas por cada mil habitantes, frente a una media española de 8,7 y de 5,7 en Euskadi. Esta diferencia se ha acortado en los últimos ejercicios. “Estos datos nos hacían pensar que la crisis en el mercado inmobiliario en Bizkaia no iba a ser tan acentuada”, señala Ascobi, pero esta previsión no se está cumpliendo por falta de financiación y porque no existe una demanda solvente. El exiguo parque de viviendas en Bizkaia apunta a un incremento de los precios.