El canon de tratamiento de la basura en el área metropolitana se encarece un 16%

Los socialistas pedirán en la comisión creada por el PP para revisar a la baja la tasa de tratamiento de las basuras (Támer) en el área metropolitana de Valencia una rebaja del canon por tonelada, cuyo precio subió en apenas 16 meses -de agosto de 2009 a enero de 2011- un "injustificable" 16%, ha denunciado Salvador Soler, portavoz de este grupo en el Emtre (entidad metropolitana de tratamiento de residuos). "Es injustificable", explica el regidor, "porque a ese aumento debería de restarse lo que se obtiene por la venta de subproductos como el plástico, el cartón o el vidrio". Ese esfuerzo de los vecinos por separar los residuos no tiene, según denuncian los socialistas, ningún retorno para los vecinos.

La responsable del Emtre, la popular Maria Àngels Ramon-llin, anunció la semana pasada la creación de una comisión, con los grupos políticos de la oposición, para revisar la subida de la Tasa de Tratamiento de Residuos (Támer), que la mayoría popular en el Emtre ha incrementado en cerca del 200% y que los vecinos abonan a través del recibo del agua. 

  "Por fin, el PP reconoce que el cálculo de la tasa era desproporcionado e injusto", añade Soler, que atribuye el cambio de postura de los populares a los 35.000 recursos de reposición que los vecinos han presentado contra la Támer. La edil socialista de Valencia Isabel Dolz ha insistido en que ninguna tasa puede ser superior al coste del tratamiento, a lo que Soler añade que con presupuesto de 2012 se están cubriendo "agujeros" de tres o cuatro años atrás. Según Soler, el Emtre ha pagado cerca de 20 millones de euros de deudas de otros años.  La comisión que Ramón-Llin anunció todavía no tiene fecha.

Los socialistas proponen además que en la revisión de la tasa se tengan en cuenta bonificaciones para familias numerosas o los casos de desempleo. "Hará falta mucho trabajo y no estamos dispuestos a aceptar cualquier reducción que suponga un maquillaje de la tasa", ha anunciado Soler.

A menos de dos meses de que comience el verano, los problemas de limpieza viaria siguen sobre la mesa. Han pasado casi siete años desde que el Ayuntamiento de Valencia adjudicó la contrata de limpieza a tres grandes firmas -Secopsa, Sociedad Agricultores de la Vega y FCC- y no se cumplen las condiciones del pliego, denuncia Dolz. A estas alturas, la ciudad debería contar con 10 contenedores soterrados en los barrios nuevos de la ciudad, dos ecoparques y otros dos puntos limpios, detalla la edil socialista. que denuncia además un recorte del 25% del presupuesto de limpieza viaria. "De 70 millones de euros en 2009 hemos pasado a 55 y no está previsto que recuperemos esas cifras hasta 2020", prosigue la edil socialista, que alerta de que con la llegada del calor la situación empeorará.

  La concejal de la oposición se interesó en la última comisión municipal por el incumplimiento de los contenedores soterrados, que están instalados en varias poblaciones del área metropolitana, y en otras ciudades como Sevilla. Y la respuesta de la concejal delegada de Limpieza, Ángels Ramón-Llin fue que se estaba llevando a cabo un estudio técnico sobre las ventajas e inconvenientes de los contenedores subterráneos. Según Dolz, Ramón-Llin comentó que los tiempos de recogida de los residuos se prolonga con los soterrados y se genera más ruido y molestias a los vecinos.

Salvador Soler, portavoz socialista en el Emtre (entidad metropolitana de tratamiento de residuos), agregó que los contenedores de basura soterrados tienen, además de un fin estético, un objetivo sanitario, ya que reduce drásticamente los malos olores y en temporada de calor, aminora mucho el proceso de putrefacción de los desperdicios. Obviamente, un contenedor soterrado es más caro que uno en superficie, por la obra que conlleva.

Los únicos puntos de Valencia donde se pueden ver en la actualidad contenedores soterrados son en las calle de los Leones y en la plaza de Patraix. El centro histórico de la ciudad también ha sido descartado en varias ocasiones por el gobierno local por la presencia de ruinas.