El Curtocircuíto comienza con menos presupuesto pero con comedia y música

Los omnipresentes recortes también afectan al festival Curtocircuíto, que ayer subió el telón en Santiago con un presupuesto recortado en un 40%. Una de las formas de hacer que la crisis se note menos es tratar de hacer más con menos. Este es el objetivo que se han planteado los responsables del festival que, según explica su director Tim Redford, no va a ver mermada su calidad y presenta un centenar de cortometrajes a concurso, seleccionados entre los 2.700 que llegaron de 91 países.

Para rebajar costes la organización ha reducido el número de puntos de exhibición, de forma que las películas a concurso se presentarán en el Teatro Principal y las demás proyecciones se limitarán a la sala Zona C y al restaurante Abastos Espacio Gastronómico, donde habrá sesiones chill out en las que se exhibirán cortometrajes. La búsqueda de patrocinios privados se ha convertido en uno de las grandes tareas de los organizadores, ante la caída de ayudas públicas que ha dejado el presupuesto en 118.000 euros. El año próximo el festival cumplirá diez años.

En cuanto a los temas más habituales en los cortos, Redford indica que la temática es muy variada, ya que el espacio temporal en el que han sido realizados abarca los dos últimos años. La denuncia social, las revoluciones en los países árabes y la crisis económica que afecta a Europa y a otras latitudes son algunos de los asuntos más repetidos. Pero, y aunque pueda parecer sorprendente, para esta edición Curtocircuíto cuenta con numerosas películas en tono de comedia, e incluso hay varias que ofrecen una perspectiva humorística de los tiempos de crisis económica y social en los que vivimos. Van a tener razón aquellos que dicen que las dificultades son el mejor incentivo para que los creadores saquen arsenal irónico. Los cortometrajes de animación y los documentales son dos de los géneros más repetidos.

La presencia gallega en el festival es bastante importante, como ha sido habitual en todas las ediciones. Se han seleccionado un total de 13 cortometrajes para las secciones competitivas. Redford destaca especialmente los dos seleccionados para el concurso Compostellae (O Xigante de Luis da Matta y Anacos de Xacio Baño) y también O Olláparo, en la sección Explora dedicada al corto experimental, y que ha sido realizado por las hermanas Sonia y Miriam Albert. Uno de los platos fuertes del festival es la música, que comenzó ayer con la actuación de la banda municipal de Santiago, que interpretó una composición de Antón Alcalde para uno de los primeros cortos de Chaplin.

Los próximos serán unos días de mucho cine en Santiago, con Rumanía como país invitado. Varios realizadores rumanos estarán presentes en el festival para presentar sus piezas e incluso participarán en una mesa redonda. Tim Redford apunta que se eligió a Rumanía por la calidad y cantidad de propuestas que han llegado a Curtocircuíto en los últimos años procedentes de allí. Hasta el 11 de mayo podrán verse cortos procedentes de países muy distintos entre sí y con temáticas y estilos muy diversos.