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La crisis se alía con los ‘bous’

Los recortes llevan a los municipios de las comarcas del Ebro a reducir los festejos taurinos Roquetes los elimina para ahorrar 15.000 euros

Bous embolats en Campredó, pedanía del municipio de Tortosa.
Bous embolats en Campredó, pedanía del municipio de Tortosa.JOSEP LLUIS SELLART

“¡Sense els bous no hi ha festa!”. El lema tantas veces coreado en las comarcas del Ebro para reivindicar los correbous, eje central de las fiestas de al menos 26 municipios, se ha topado este año con un obstáculo insalvable: la crisis que sufren las Administraciones locales. Pese a la pasión por estos festejos, las restricciones presupuestarias están obligando a muchos Consistorios a reducir al mínimo o eliminar las partidas reservadas para ellos.

La localidad de Roquetes (Baix Ebre) ha sido la primera en anunciar que este verano eliminará los correbous de sus fiestas mayores. Los actos taurinos se han celebrado ininterrumpidamente en el municipio desde la década de 1980, pero este año el Ayuntamiento ha recortado un 40% el presupuesto destinado a las fiestas. En 2011 se reservaron 80.000 euros y en 2012 se ha recortado hasta 45.000. Los encierros eran gratuitos y el alcalde de Roquetes, Francesc Gas (ERC), ha decidido anular unos festejos taurinos que costaban 15.000 euros y duraban tres días. Gas dice que la decisión de suprimirlos es “una excepción” motivada por la coyuntura económica, pero no sabe cuándo podrá volver a programarlos.

“Los animales son baratos, pero hay que sumar el seguro,  la ambulancia...”

Como Roquetes, en muchas poblaciones de las comarcas del Ebro los correbous están en la cuerda floja, pese a las peticiones de gran parte de los vecinos, que piden que se celebren aún más actos taurinos. En 2010, la Generalitat autorizó 212 jornadas de encierros, mientras que en 2011 hubo cuatro menos, 208. Debido a lo maltrechas que están las arcas municipales, este verano tanto el Ejecutivo catalán como las peñas taurinas auguran un bajón mucho más pronunciado. Amposta (Montsià), el municipio donde tradicionalmente se han celebrado más correbous del Ebro, reducirá los días de actos taurinos. El presupuesto para fiestas cae de 320.000 a 300.000 euros y todo indica que prescindirán de dos jornadas de correbous. En Sant Carles de la Ràpita (Montsià), las fiestas mayores también se reducirán y eso repercutirá en los encierros. “El sábado había bous todo el día, mañana, tarde y noche; pero este verano tenemos 23.000 euros menos que el año anterior y afectará al festejo, y también a las sesiones de bailes y los demás actos”, explican fuentes de la regiduría de Fiestas del Ayuntamiento. Los fastos duraban 10 días y ahora se limitarán a una semana. “La participación de los animales es barata, pero hay que sumar el seguro, la ambulancia, los médicos… Así, el correbous se encarece mucho”, esgrime el Consistorio.

El alcalde de L’Ampolla (Baix Ebre), Francesc Arasa (CiU), constata que su municipio se encuentra en la misma situación. “Antes había 14 actos con bous entre las dos fiestas que celebramos, pero este año quedarán reducidos a 10 o como mucho 12; programar una tarde de bous cuesta al menos 1.500 euros, y eso que hemos decidido mantener los precios de hace dos años con los ganaderos”, explica. El alcalde de L’Ampolla prefiere seguir programando actividades estivales destinadas al turismo, como noches de habaneras y cine al aire libre: “Vivimos del turismo y no podemos reducir este tipo de actividades”.

El Ayuntamiento de Camarles (Baix Ebre) también confirma el recorte en el presupuesto destinado a correbous y la misma decisión han tomando en Santa Bàrbara (Montsià), cuyas fiestas se alargan del 7 al 15 de julio. El primer día se llevará a cabo un bou capllaçat, pero los bous embolats se verán mermados por la crisis. “El bou embolat dura poco tiempo en la plaza y es caro. Programábamos dos o tres y este año habrá menos”, explica un portavoz del Ayuntamiento. En plena oleada de recortes, una de las pocas excepciones es Ulldecona (Montsià), que mantendrá seis días de encierros, pero en este caso no es el Consistorio el que sufraga la mayoría de los gastos generados por los correbous. “Por suerte, son las asociaciones las que los pagan, por eso no peligran aquí”, afirma Estefania Bordes (CiU), regidora de Fiestas.

La temporada taurina en el Ebro ha empezado sin el reglamento que regule los encierros porque la Generalitat ha retrasado en diversas ocasiones su publicación. Según fuentes del Departamento de Interior, el texto final saldrá a exposición pública en breve. Para frenar la posible polémica entre defensores de los animales y partidarios de los actos taurinos, el Ejecutivo catalán ya ha anunciado una reunión con los alcaldes implicados en la organización de correbous.

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