El Ayuntamiento estudia ampliar su batalla contra el ruido a un barrio de Chamberí
El delegado de Medio Ambiente se plantea medidas contra el botellón y la juerga nocturna en el entorno de la calle Julián Romea
El Ayuntamiento de Madrid estudia declarar zona de protección acústica especial el entorno de la calle de Julián Romea, según han confirmado fuentes municipales. El objeto de esta medida, que se analizará a petición de la junta de distrito de Chamberí, es combatir el ruido provocado en la zona por la aglomeración de jóvenes de juerga durante el fin de semana, ya sea a las puertas de los locales de ocio como en la vía pública haciendo botellón.
El concejal del distrito, Pedro Corral, se ha reunido por este motivo con el delegado de Medio Ambiente, Seguridad y Movilidad, Antonio de Guindos, según informa Europa Press, que asegura que el Ayuntamiento ha reforzado la vigilancia policial en las noches de viernes y sábados. La intención inicial de Corral es que la medida afecte a las calles de Julián Romea, Doménico Scarlatti, General Ampudia, General Rodrigo, General Dávila, Paseo San Francisco de Sales, Andrés Mellado y Guzmán el Bueno.
El Gobierno municipal (PP) aprobó a finales de marzo la declaración de protección acústica especial del distrito Centro, que lleva aparejadas varias medidas para reducir el ruido de los locales de ocio nocturno y el tráfico. No incluye un adelanto del horario de cierre de bares de copas y discotecas, pero sí de las terrazas. En 2010 decretó esta medida para seis manzanas del barrio de Argüelles en el entorno de los bajos de Aurrerá, no muy lejos de la zona que se estudia proteger ahora.
La ordenanza municipal aprobada hace un año prohíbe superar entre las once de la noche a las siete de la mañana un límite que oscila entre 45 decibelios en área residencial y 53 en una zona "recreativa" y "ruidosa". "En actos de especial proyección" se puede "modificar o suspender" la limitación, como sucede durante el Orgullo Gay. Así, se considera zona de contaminación acústica alta aquella en la que se superan por 10 o más decibelios estos límites. Moderada si se rebasan por entre 5 y 10 decibelios. Baja cuando no se llega a cinco más.
En las zonas de contaminación acústica alta, no se permite abrir nuevos locales (salas de fiesta, discotecas, bares de copas, cafeterías, restaurantes, bares, etcétera). Además, solo se pueden cambiar licencias en vigor para adoptar actividades menos ruidosas (por ejemplo, pasando de discoteca a restaurante). En las zonas de contaminación acústica moderada no se permite la apertura de salas de fiesta, discotecas o bares de copas. Sí se pueden abrir bares y restaurantes, pero a una distancia mínima de entre 50 y 100 metros de los ya existentes.
En las zonas de contaminación acústica baja, se pueden abrir nuevos locales de cualquier tipo, pero a una distancia mínima de entre 50 y 100 metros de los ya existentes. Además, estos nuevos establecimientos deben contar con un número de plazas exclusivas de aparcamiento equivalente al 27% del aforo en un radio máximo de 200 metros, o del 10% en caso de que su actividad sea sin música (restaurantes, etcétera).
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