Enigma envuelto en una adivinanza
Los libros son lo más plural y gratificante que nos queda. Tratan de verdadera cultura, de la que habla de aquí y ahora
Gracias, lector, por detenerse ante este artículo. Es obvio que hoy todo compite por su tiempo, que es el mío (también soy lectora). Así que me esforzaré por retener su atención con algo que merezca ese bien tan escaso. Propongo un acertijo, un enigma envuelto en una adivinanza, sobre algo que nos afecta: aparte de su coincidencia en el tiempo-espacio presente, ¿tienen algo en común, tiene sentido, la serie de hechos, opiniones e interrogantes que enumero?
1. Estamos en recesión (una actividad económica que según la RAE “tiende a ser pasajera”). Ahora innovamos: recesión perpetua.
2. Recesión-¿represión? ¿Hasta donde abarcará la reforma del Código Penal que promueve el ministro del Interior? ¿Todos somos malos? Sin novedad: así era el franquismo.
3. En Cataluña el consejero de Interior patrocina una web para la delación de sospechosos de alterar el orden público. ¿Es condición de Eurovegas? Los más viejos sugieren “un país de mortadelos” (así se llamó a los viejos espías pujolinos).
4. 12 de abril, fecha clave: el Fondo Monetario Internacional advierte del derroche y el riesgo que supone ser viejo para el PIB. La edad es un despilfarro. Lo pronosticó Susan George en Informe Lugano: “Se gesta una lucha de todos contra todos”, así titulé su entrevista en EL PAÍS (enero de 2001).
5. Ciudadanos de Misisipí piden al Tribunal Supremo de Estados Unidos una enmienda nueva a la Constitución norteamericana que “declare explícitamente que las multinacionales no son el pueblo, que no tienen los mismos derechos que el pueblo y que el dinero no supone una forma de libertad de expresión” (Olivier Cyran, Le Monde Diplomatique, edición francesa, abril de 2012).
6. “Toda mujer lleva dentro una Imelda Marcos” proclama un anuncio televisivo de zapatos de tacón. El azar. Mientras, el empresario gurú Eduard Punset —“nosotros sabemos…” —arrasa con su fascinante colección de libros consejos para ser optimistas.
7. Primer artículo español (Joseba Elola, EL PAÍS, domingo 22 de abril) sobre el negocio de las “granjas de seguidores”, sistema infalible para epatar en Facebook o Twitter con miles y miles de amigos (alquilados, of course). También sirven para destruir reputaciones on line. Trampas legalizadas por el negocio.
8. Somos —en España— los mejores del mundo en fútbol: nadie lo duda. Los clubes deben más de 700 millones de euros a Hacienda. En el verano de 2011 se pagaron 344 millones por nuevos futbolistas, todo ello al margen de lo que las televisiones pagan por los millonarios derechos de machacona retransmisión.
9. El cineasta Adolfo Blanco en una carta al ministro Wert (13 de abril) acusa al fútbol de “competidor desleal” del cine español (sus ayudas han perdido este año un 36,2%, unos 50 millones). ¿Para qué pagar por ir al cine si cada día hay fútbol, incluso gratis, en televisión? Se hizo público ayer que la taquilla del cine español bajó un 42% en 2011. ¡Muera el cine, viva el fútbol!
10. Marine Le Pen, candidata antisistema —casi el 18% en las presidenciales—, quiere liderar la derecha francesa. Así se roba la indignación a la izquierda. Desfachatez, desvergüenza, sin complejos.
11. Vargas Llosa asegura en su último libro que la frivolidad y superficialidad de la cultura hoy es consecuencia del intento de “democratización de la cultura”. ¿Capitalismo, mercantilización? ¿Ignora su papel en el asunto?
12. ¿Intervendrá el PP la economía catalana? ¿Convocará Mas elecciones anticipadas? ¿Qué dirá Merkel? Lo local y lo global van al unísono. Felipe González (19 de abril): “No saben adónde van”. Mi amiga, lúcida, apostilla: “El Cuarto Reich”.
Hasta aquí el acertijo. Para completarlo propongo lecturas reconfortantes, empezando por el último Mendoza y siguiendo por El nazi perfecto, de Martin Davidson (Anagrama); La historia de mi gente, de Edoardo Nesi (Salamandra), y 21 horas (The New Economic Foundation y EcoPolítica, Icaria): tratan de verdadera cultura, de la que habla de aquí y ahora, de la que combate la perplejidad, la rabia y la tristeza teniendo en cuenta a las personas y dando sentido a nuestra inteligencia. Los libros son lo más plural y gratificante que nos queda. Son esperanza. ¿Acertijo resuelto?
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