Rosado afirma que el Consell se planteó cerrar el centro Príncipe Felipe
El consejero de Sanidad defiende su plan para hacer sostenible la investigación La oposición acusa a la Generalitat de ahogar la entidad para regalarla a sus amiguetes
El consejero de Sanidad, Luis Rosado, ha afirmado en las Cortes que el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) contaba con un modelo de funcionamiento "antiguo" que requería de una reforma para hacerlo "sostenible", ya que estaba "en peligro de quiebra".
Rosado, que ha hecho estas declaraciones en la comisión parlamentaria de Sanidad y Consumo, donde ha comparecido para informar sobre los recortes económicos y el despido de investigadores del centro, ha indicado que se ha vuelto a contratar a 25 de los 113 trabajadores afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Los grupos de la oposición han coincidido en acusar a la Generalitat de haber "ahogado" este centro, con el recorte de las subvenciones, y de querer convertirlo en un lugar que "alquilar a precio de saldo a sus amiguetes", lo que ha sido rechazado por el consejero, que ha asegurado que las instalaciones serán "públicas".
El responsable de Sanidad ha explicado que cuando llegó a su cargo se encontró con un centro que estaba en una situación "bastante precaria", y aunque podían "haberlo cerrado" decidieron cambiar el modelo y "sacarlo adelante", para lo que se ha elaborado un plan estratégico que pretende lograr la "autosuficiencia" del centro.
En este sentido, ha afirmado que aunque la Generalitat mantendrá la subvención que destina a este organismo, y que en la actualidad asciende a 4,4 millones de euros y representa el 34 por ciento del presupuesto del CIPF, su objetivo es que ese porcentaje disminuya en favor de otros inversores.
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