Mariscadoras denuncian agresiones en las playas
Las afectadas llevan un año sufriendo intimidaciones, que achacan al furtivismo y a enfrentamientos en las cofradías.
Desperfectos en los coches, ruedas pinchadas e incluso agresiones físicas. Estas son algunas de las acciones de “acoso e intimidación” a las que tienen que enfrentarse las mariscadoras a pie de la ría de Arousa, según denuncia la Asociación Galega de Mariscadores (Agamar). La última afectada, una trabajadora de la parroquia de Abanqueiro, en Boiro, salía de la playa de Mañóns el pasado lunes cuando descubrió que dos ruedas de su automóvil particular estaban reventadas. La agresión ya está en los juzgados.
No es la primera vez que los trabajadores de los pósitos de la ría de Arousa denuncian presiones en su trabajo. El año pasado, dos vigilantes fueron agredidos por furtivos que intentaban entrar en la playa. “Queremos que se tomen medidas para que esto no siga pasando”, explica la presidenta de Agamar, Natalia Laíño, que recuerda que, a la presencia de furtivos, en pósitos como el de Cabo de Cruz se suman notorias discrepancias entre las mariscadoras y los responsables de la cofradía. “Querían que las mariscadoras a pie vigilasen de noche a los furtivos, personas que muchas veces están bien organizadas. Ellas se negaron, aunque hubo gente que lo aceptó voluntariamente, y eso fue lo que creó las rencillas”, explica Laíño. La oposición de los trabajadores fue tal que el nuevo plan de explotación del pósito no incluye la vigilancia nocturna. “Queremos protección y saber quiénes son los culpables”, insiste.
