El sector turístico critica a los vecinos de la Sagrada Familía

Los empresarios de las excursiones turísticas en autocar están enfurecidos por el plan de movilidad que el Ayuntamiento de Barcelona implantará en el entorno de la Sagrada Familia, que incluye medidas como la prohibición de circular y estacionar en la manzana del templo. Ayer el gremio se lanzó en barrena en contra de la medida, que entrará en vigor en junio, y pidió al alcalde, Xavier Trias, que al menos la retrase. “No puede ser que por una protesta vecinal todo se vaya al traste. Trias tiene que escucharnos a nosotros, no a ellos”, dijo Martín Sarrate, vicepresidente de la Asociación Catalana de Agencias de Viajes.

La plataforma en defensa de la actividad, conformada también por operadores de cruceros, autocares discrecionales e informadores turísticos, echó mano de las cifras para explicar el agravio económico que comportaría la medida, una reivindicación vecinal histórica. El turismo supone el 15% del PIB barcelonés. Sarrate asegura que el sector más sensible será el de las excursiones de cruceristas, con un 30% menos de clientes, y esto implica la pérdida de cinco millones de euros por concepto de hostelería y compras. “Lo que hay que hacer es infraestructuras como aparcamientos subterráneos”, apuntó Sarrate.

Fuentes de la plataforma aseguran que las zonas habilitadas para aparcar, en la Diagonal, implicarían desplazamientos de “hasta 25 minutos” para llegar al templo, y eso “aumentaría el número de carteristas” y de atropellos de visitantes de la tercera edad. El Consistorio asegura que se está dialogando con las partes implicadas, pero que la implantación de la medida seguirá “en la línea” de lo aprobado. La plataforma defiende que no es su papel dialogar con los vecinos.