Aniversario sin celebración

Entre las múltiples celebraciones que pueblan el calendario, ayer se encontraba el Día Mundial de los Monumentos y los Sitios de la Unesco, también llamado del Patrimonio. Una fecha que, en esta ocasión, coincidía con el 40º aniversario de la convención en la que se determinaron las bases para proteger estos parajes. La Generalitat cuenta con dos bienes materiales en la lista de este organismo de Naciones Unidas. Uno es el Palmeral de Elche. El otro es la Lonja de Mercaderes de Valencia, frente al mercado central. En ambos casos la cita transcurrió sin pena ni gloria.

Lo cierto es que, debido a la disparidad de asociaciones y denominaciones, resulta complicado concretar un calendario de actividades. “Ya hay más días internacionales que del año”, señala José Manuel Gironés, secretario general del centro de la Unesco en Valencia, “además, en estos momentos, todo lo que tiene que ver con patrimonio tiene vida propia”. “Lo organizan los propios centros y la Unesco solo es un espíritu que sopla”, sintetiza.

El PSPV propuso actividades divulgativas  y de conservación

Para el Grupo Socialista en el Ayuntamiento, no obstante, la fecha merecía más que una mera mención. Por eso, Salvador Broseta, el portavoz adjunto, propuso el martes un plan para la conservación y dignificación del patrimonio “como factor de progreso y como herramienta para generar empleo”. “La conservación de patrimonio ha de ser una prioridad”, apuntó, “no solo como impulsor económico sino también para fomentar el uso, disfrute y conocimiento del patrimonio como derecho de la ciudadanía”. Broseta también abogó por “agilizar la aprobación de planes de protección de bienes culturales” y por impulsar la declaración de “todos los Bienes de Interés Cultural con procedimientos pendientes de resolución”. El portavoz insistió en que, “como ya se ha propuesto hasta por el Consell Valencià de Cultura”, se recuperen los refugios antiaéreos de la Guerra Civil. “Aquellos que reúnan mejores condiciones podrían ser habilitados para diferentes usos”, recordó, “que podrían constituir un recordatorio de salvación de muchas personas y un símbolo de la nueva cultura de paz”.

La organización indica que no hay tiempo      para tanta actividad

La realidad, por su parte, mostraba una completa ignorancia sobre dicha conmemoración. En el conjunto ilicitano de huertas del Palmeral, la fecha no respondía a nada especial: “Aquí solo se celebra el 30 de noviembre, día en que fue proclamado Patrimonio Mundial”, explicaban. En Valencia, la Lonja respondió a su horario habitual: grupos de escolares y turistas paseaban por el rellano mientras en la taquilla el acontecimiento apenas les sonaba: “¿Actividades especiales o descuentos?”, se preguntaban, “hoy, como siempre, dos euros la entrada y uno si eres estudiante”.