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Industria sospecha que Hiriko vulnera las condiciones de las ayudas públicas

Han detectado elevadas partidas contratadas con firmas de fuera de Euskadi

Pedro Gorospe
Una joven observa, en el Palacio Villasuso de Vitoria, el prototipo de coche eléctrico proyectado por la empresa Hiriko.
Una joven observa, en el Palacio Villasuso de Vitoria, el prototipo de coche eléctrico proyectado por la empresa Hiriko. ADRIÁN RUIZ DE HIERRO (EFE)

El departamento de Industria del Gobierno vasco sospecha que las empresas que impulsan el coche eléctrico Hiriko están incumpliendo los supuestos con los que accedieron a las ayudas públicas vascas. La auditoría encargada por el Ejecutivo para conocer el destino dado a los más de 12 millones de fondos públicos que han recibido tendrá que aclarar el porqué han contratado abultadas partidas con empresas de fuera de Euskadi —Cataluña, sobre todo, y Aragón— cuando en la memoria del proyecto se especificaba que se trataba de un proyecto 100% de desarrollo vasco.

En la documentación presentada por el consorcio indicaba en su memoria que Hiriko debía de ser considerado un proyecto de especial interés porque “supone la creación de un nuevo modelo de vehículo eléctrico 100% en el País Vasco”.

Sin embargo, el Gobierno ha detectado en 2011 que la sociedad tractora del proyecto, Afypaida, y otra de las empresas de reciente creación, Basque Robot Wheels, presentan una partida muy elevada para subcontrataciones. Una de las empresas a las que pagan, catalana, está especializada en proyectos de ingeniería para la automoción. Se denomina, ETUD Ingeniería, y soluciona problemas de desarrollo a la industria del automóvil. También han ingresado fondos en otra empresa aragonesa.

“Hay que controlar porque podría tener diseño USA y desarrollo catalán”

Dos contratos que, además de generar un “recorte” en los recursos públicos recibidos del Gobierno en un 20% —porque va en contra de la normativa—, desvirtúan e incumplen las propias condiciones con las que accedieron a las ayudas.

En una reciente intervención parlamentaria, el consejero de Industria, Bernabé Unda, se mostró especialmente cauteloso con ese hecho porque “si no controlamos estos datos que parecen accesorios, pero que no lo son, habría muchos proyectos” como el proyecto vasco Hiriko que recibirían dinero para desarrollar la industria vasca y “acabarían teniendo un diseño conceptual estadounidense, e ingeniería de detalle catalana”.

Los retos de Hiriko

  • Vehículo 100% vasco.
  • Llamado a resolver los problemas de movilidad sostenible de las ciudades.
  • Volante electrónico, sin la intervención de sistemas mecánicos. Todo la comunicación entre volante y motor es electrónica.
  • Batería de nano-fósforo con Ion-litio que permite su recarga en 12 minutos y una autonomía de 120 kilómetros con sólo 96 kilos.

Fuentes oficiales del consorcio que impulsa el proyecto Hiriko indicaron que sus cuentas están permanentemente siendo auditadas, con lo cual no tendrían ningún problema en someterse a auditorías del Gobierno vasco si así lo solicita. “El hecho de disponer de ayudas públicas nos obliga a tener las cuentas permanentemente auditadas”, indicaron.

El objetivo inicial de las empresas implicadas era desarrollar un vehículo urbano concebido por el equipo de Smart Cities del MIT (Massachussets Institut Technology), liderado por Hill Michell y Frank Ghery. Un vehículo revolucionario, pensado para la ciudad y desarrollado en su totalidad en Euskadi que acabaría generando un retorno de 2.000 millones de 2013 a 2022. Todavía no ha sido presentado en movimiento. La presentación que hicieron en Bruselas, con el presidente de la Comisión, Durao Barroso al frente, fue con el coche parado.

El proyecto que seguramente habrá recibido ayudas de la UE suponía una apuesta por un nuevo modelo de negocio y por un nuevo sistema de fabricación modular y ensamblaje allí donde se fuera a utilizar.

El consorcio Hiriko se acogió al programa de Industria denominado Etorgai, que respalda proyectos tecnológicos de futuro financiando a las empresas que se implican en él, una vez que forman un consorcio con un líder tractor del mismo.

En este caso son Afypaida y Dennokin tras la retirada del proyecto de la fracasada Epsilon Euskadi, cuya renuncia va a costar al Gobierno vasco entre 16 y 24 millones.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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