El PP apuesta por tejer intereses con España ante el aislamiento ‘abertzale’

El PP quiere articular un proyecto político abierto para confrontarlo con las propuestas de “aislamiento” y “de más fronteras” de los independentistas y nacionalistas. Conscientes de que el final de ETA y la ausencia de presión violenta que “históricamente ha recaído sobre nuestras siglas” les permite extender su influencia en territorios hasta ayer mismo hostiles, los populares se han marcado como objetivo “construir una Euskadi más abierta, más moderna y conectada”.

Una nueva comunidad, según describe la ponencia política redactada por el presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Semper, “más fuerte, cohesionada y de progreso” a base de entretejer los intereses vascos con “los intereses generales de España, en plena comunidad y solidaridad”.

El PP explica que abrir Euskadi a un mundo en permanente expansión exige “superar ese tribalismo ideológico, enemigo de la sociedad abierta, que tanto daño ha hecho a nuestra tierra”. Los populares apuestan por superar “la distorsión” de un discurso nacionalista empeñado en mirar sólo hacia dentro, superar su visión endogámica y finalmente “abrir nuestra tierra a una nueva realidad”.

La ponencia parte del hecho de que la crisis económica, política y social actual supone un auténtico cambio de ciclo hacia una nueva realidad abierta e interconectada, “de dimensiones desconocidas”, que está afectando a la política, a la economía y al conjunto de la sociedad.

Para los populares el futuro no se puede construir desde la ruptura, la división ni el enfrentamiento que suponen “las propuestas independentistas, que no sólo alteran y enrarecen la convivencia entre vascos, sino que condenarían a Euskadi, en caso de lograr sus objetivos, a ser una comunidad aislada y encerrada en sí misma”.

Tampoco a base de políticos que ejercen “de profetas tribales” ni de “guardianes de alguna verdad revelada”, sino a base de establecer un marco de libertades en el que cada cual pueda escoger sus propios fines y elegir los medios más idóneos para alcanzarlos.

En este momento histórico, los populares entienden que el nuevo proyecto de Euskadi ha de ser escrito en términos de apertura, interdependencia, colaboración y compromiso en el que la libertad individual prime sobre imposiciones colectivas.

En ese sentido definen su apuesta como una batalla por lograr altas cotas de “autodeterminación personal” frente a la autodeterminación política que proponen los nacionalistas, como el fin máximo de la política.

El Partido Popular del País Vasco concluye en su ponencia que acudirán a las próximas elecciones autonómicas de marzo de 2013, si no hay adelanto electoral, defendiendo un modelo “no enfrentado” al nacionalismo pero sí confrontado, donde la obsesión no sea la de crear más fronteras ni levantar nuevos muros, sino la convivencia, entre vascos, y españoles.