Hacienda exige a Andalucía que rehaga su plan de ajuste y ataca su oscurantismo
"Si no las lleva a efecto, le caerán encima la ley de Estabilidad", aseguró Beteta El secretario de Estado calificó a Andalucía de "ejemplo de falta de transparencia"
El próximo Gobierno de Andalucía va a sentir el aliento del Ejecutivo central día sí y día no. Desde que Mariano Rajoy alcanzó La Moncloa y dos meses antes de las elecciones andaluzas, una de las líneas de ataque del Partido Popular contra los socialistas andaluces desde todos los frentes, incluido el del Consejo de Ministros, ha sido la de poner en duda la salud de las cuentas de la Junta de Andalucía. Conforme los populares creían más cercano su objetivo de ganar en Andalucía, estas críticas se vertían de manera más matizada, condicionando sus promesas a la “terrible herencia” que iban a encontrar.
Pero el resultado electoral del 25 de marzo ha dejado noqueado al PP, que esperaba que su líder regional, Javier Arenas, gobernarse en Andalucía en su cuarta experiencia como candidato a la presidencia de la Junta. Arenas ganó, pero sus 50 escaños se han quedado a cinco de la mayoría absoluta que necesitaba, mientras que los 47 diputados obtenidos por el PSOE y los 12 de Izquierda Unida han decidido sellar un acuerdo de gobierno del que por ahora se desconoce si será un pacto de coalición o de legislatura, aunque el Ejecutivo compartido es la idea que más se está abriendo paso.
El PP está en fase de digerir su fracaso político en Andalucía, pero al mismo tiempo está reactivando su ofensiva contra una de las pocas comunidades que no controla y que se ha propuesto, según dicen PSOE e IU, plantear una alternativa a las políticas de Rajoy.
Cuando conozcamos las cifras reales de Andalucía podremos opinar; hasta ahora, tenemos miedo"
En este sentido, Antonio Beteta, mano derecha del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, instó ayer a la Junta de Andalucía a que “corrija actuaciones y decisiones de gestión” previstos en su plan de ajuste de los Presupuestos para controlar el déficit. No se quedó ahí el secretario de Estado de Administraciones Públicas, sino que advirtió que “si no las lleva a efecto le caerán encima las prescripciones de la Ley de Estabilidad”, es decir, la intervención, afirmó en un encuentro en el Foro Aragonex.
Beteta puso a Andalucía “de ejemplo de falta de transparencia” y sembró dudas sobre el estado de las cuentas de esa comunidad: “Cuando conozcamos las cifras reales de Andalucía podremos opinar; hasta hora tenemos miedo”, dijo. Otro de sus mensajes dirigido al aumento de la productividad fue el de pedir a los trabajadores que se olviden “de tomar el cafelito y de leer el periódico”.
Como el resto de las comunidades autónomas, el Gobierno andaluz tiene de plazo hasta el 30 de abril para presentar datos sobre el plan de ajuste, según la Consejería de Hacienda y Administración Públicas. El déficit andaluz en 2011 fue del 3,22%, algo superior a la media nacional, establecida en el 2,94%. En esa clasificación, ocho comunidades, seis de ellas gobernadas por el PP, presentan peor resultado que Andalucía.
Las palabras de Beteta siguen la estela del líder del PP andaluz, Javier Arenas, quien el martes pasado aseguró que el Gobierno andaluz de izquierdas actuará de “tapadera de la gravísima situación financiera de la Junta”. A esta línea se han apuntado otros dirigentes regionales del PP.
Lejos de sacar a toda su artillería, el presidente de la Junta en funciones, José Antonio Griñán, respondió con frialdad a las palabras de Beteta. Al secretario general del PSOE andaluz se le ve enormemente preocupado por la situación económica y lo que llamó “los ataques sin fundamento” de los mercados especulativos contra España, por lo que evitó polemizar con el número dos de Montoro. Utilizó la misma receta que empleó Rajoy en el Congreso de los Diputados ante los líderes europeos que cargan contra la crisis de España, especialmente el italiano Mario Monti y el francés Nicolas Sarkozy. “Ayer [por el miércoles] Rajoy se quejó de Monti y Sarkozy por sus ataques a España; hoy también podría quejarse de Beteta”, respondió el socialista.
En una reunión celebrada en la sede ugetista con los líderes de UGT y CC OO de Andalucía, Griñán subrayó que “lo más importante en estos momentos es fortalecer el valor España”. “Todos, sin excepción”, dijo de manera enfática, “debemos fortalecernos ante el ataque financiero”. Y eso pasa, en su opinión, por robustecer “los consensos” sociales, políticos e institucionales.
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