Técnicos de Hacienda critican a Conde Roa

Las curiosas explicaciones que Gerardo Conde Roa dio el lunes pasado sobre el pago de impuestos, apelando a que la declaración de una deuda ante Hacienda puede no realizarse “a la espera de que la Agencia Tributaria la reclame”, han irritado a los inspectores del organismo. “Una cosa está clara: no actuó con diligencia, siendo una persona que se supone que conoce la normativa. Cualquier contable le habría dicho que lo que tenía que hacer es presentar una declaración pidiendo un aplazamiento de la deuda. Las deudas tributarias hay que reconocerlas, no esperar a que te las reclamen”. José María Mollinedo, secretario general del sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, cree que la operación dejó un rastro evidente. “Ojalá fuesen así todas las inspecciones. Esas viviendas están escrituradas, han pasado por un registro, así que era cuestión de tiempo que saltase la reclamación. Aquí no hay un entramado societario ni una estructura de facturas falsas, el caso está claro”, añade Mollinedo, que no se explica cómo el regidor compostelano ha dejado pasar el tiempo sin acordar la devolución del dinero. “Sobre todo sabiendo que superaba el límite objetivo de 120.000 euros de delito fiscal”. Una circunstancia que ha hecho actuar a la justicia a instancias de la inspección y que puede derivar en una pena de prisión y multa.

"Esas viviendas están escrituradas, era cuestión de tiempo que saltase la reclamación", dicen los técnicos de Hacienda

 “Lo más probable es que intente llegar a un acuerdo”, apuntan otras fuentes de la AEAT. “Intentará demostrar que no tuvo la intención de ocultarlo”, insisten esas fuentes. Para la comisión de un delito, además de la existencia de la deuda tiene que demostrarse un comportamiento doloso del defraudador. El segundo requisito se lo intentó sacudir Conde Roa cuando apeló a que él no había actuado “deliberadamente”, sino “a pecho descubierto como José Tomás delante de un buen morlaco”.

En el ámbito académico también rechazan las explicaciones del alcalde. “La Ley General Tributaria es clara. Cuando surge el hecho imponible, esto es, cuando nace el acontecimiento que origina el nacimiento de la obligación tributaria, el sujeto pasivo debe ser el responsable de satisfacer no solo el pago del impuesto, sino el resto de obligaciones que esto supone, en especial, proporcionar la información necesaria a la Hacienda Pública o guardar los justificantes de sus operaciones durante cuatro años”. Alberto Vaquero, profesor del departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo que lleva veinte años explicando a sus alumnos los principales impuestos, dedica el primer día de cada curso a dar una charla sobre la necesidad de contribuir ante Hacienda, una asignatura pendiente para Conde Roa. Cree que “afortunadamente, los responsables fiscales tienen cada vez mejores medios para detectar posibles comportamientos irregulares”, como en este caso. “Hace años, se decía que ‘Hacienda somos todos’, es necesario seguir luchando contra el fraude para que esto se siga cumpliendo. Si alguien no paga sus impuestos, los demás tendrán que soportar una carga mayor”.