El suspenso de un osito
Kontsumobide retira 20.000 objetos del mercado por problemas de seguridad La mayoría de los productos vetados son juguetes
¿Qué peligro pueden entrañar esos objetos esponjosos y ñoños denominados ositos de peluche? Muchos al parecer por los últimos datos del Instituto Vasco de Consumo sobre control de productos. Kontsumobide inspeccionó a lo largo del año pasado un total de 256.000 objetos, de los que 20.000 fueron retirados del mercado por su peligrosidad, la mayoría de ellos juguetes, según explicó ayer el organismo en un comunicado.
“Hay errores que las propias marcas detectan y comunican para que retires las partidas”, explica Idoia Gallardo, responsable de la juguetería Josta Mendi de San Sebastián, mientras desembala toda una suerte de divertimentos para niños. A su lado, otra de las empleadas del establecimiento asiente con la cabeza, “hay días, que de repente ves la noticia por la tele, y hace horas que ya te ha llegado el fax del fabricante para que no se comercialicen esos juguetes”.
El 77% por ciento de los productos inspeccionados por Kontsumobide fueron objetos textiles, calzados y complementos, el 11% juguetes y otro tanto, muebles. Sin embargo, la mayoría de objetos retirados fueron peonzas, peluches de pequeño tamaño, armónicas y flautas, según el Instituto.
El Instituto inspeccionó a lo largo de 2011 un total de 256.000 productos
Gallardo recuerda que los controles a los que se somete los productos infantiles son numerosos. “Primero pasan una inspección en el lugar de fabricación, luego cuando llegan a España, a eso se suma el control de la Asociación de Juguetes de Valencia y controles puntuales del Gobierno vasco”, enumera la responsable. A los que se suman una serie de controles por temporadas, “por ejemplo, llega el verano, y se tiene especial cuidado con los flotadores”, ilustra Gallardo.
El objetivo de las inspecciones, recordó Kontsumobide, es que los productos cumplan con la legislación vigente en materia de etiquetado, información y seguridad. El Instituto tiene potestad una vez detectado algún objeto que no cumpla los requisitos destruirlo o impedir su entrada en Euskadi, o prohibir su puesta a la venta hasta que el fabricante solvente los problemas detectados.
Una dependienta: “hay errores que detectan las marcas y te piden que retrires”
La empleada de la juguetería recuerda que el trabajar con determinadas marcas es sinónimo de garantía, “cuando hablamos de empresas multinacionales ellas son las primeras interesadas en que sus productos no presenten ningún fallo. Otra cosa es lo que se oferta en otro tipo de establecimientos”.
Sin olvidar, explica la dependienta, que al tratarse de productos dirigidos a un público infantil se tengan en cuenta las recomendaciones de uso. “No se le puede dar un juguete eléctrico a un niño de determinada edad, porque lo va a chupar, por ejemplo, o un puzzle de mil piezas a otro que sabes que el primer impulso es metérselas en la boca”, concluye.
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