La Audiencia reabre la investigación contra agentes de Asuntos Internos
Un nuevo testigo afirma que le chantajearon para que reconociera un soborno
La Audiencia de Málaga ha obligado al Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella a reabrir una investigación por extorsión contra agentes de Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía porque todavía quedaban pruebas que practicar. La juez Isabel María Colmenero Sánchez lo archivó provisionalmente en marzo de 2010, sin tomar declaración a dos testigos propuestos por el anterior instructor, y sin aclarar una serie de contradicciones entre dos mandos policiales.
La magistrada Aurora Santos, ponente del auto, reclamó en verano al juzgado que terminara las diligencias y después valorara la conveniencia de practicar pruebas que ya había desechado por "innecesarias” o "inútiles". El pasado 16 de enero, un nuevo testigo declaró que agentes de Asuntos Internos le habían chantajeado para que reconociera haber sobornado con 30.000 euros a un mando policial antidroga.
La Audiencia de Málaga ha estimado las reclamaciones del empresario marbellí David Morales, denunciante del caso, y del inspector antidroga C. F., personado como acusación particular porque esas supuestas coacciones buscaban incriminarle en varios delitos. La magistrada Santos considera que las diligencias que dejaron de practicarse podrían arrojar “alguna luz” y cuestiona que el propio Cuerpo Nacional de Policía haya tardado tanto tiempo en contestar a las peticiones judiciales de información relacionadas con este delicado e intrincado asunto.
La denuncia que abrió el caso se interpuso en julio de 2007, cuando el grupo X de la Unidad de Asuntos Internos se encontraba investigando a varios mandos de la Udyco Costa del Sol. Las indagaciones de Asuntos Internos se saldaron con la detención en marzo de 2008 de cuatro jefes antimafia, aunque finalmente sólo dos agentes, uno de ellos C.F., se sentarán en el banquillo en un juicio que se celebrará el próximo martes. Uno de los agentes a los que se archivó la causa se querelló contra Asuntos Internos en 2010.
Una prueba esencial contra los agentes fue destruida en los juzgados de Marbella
El empresario David Morales denunció entonces que dos personas que decían ser policías le dieron un disco compacto con una grabación de vídeo que le comprometía y le ofrecieron destruirla si colaboraba con ellos. Morales lo puso en manos de la justicia y aportó el CD original. Desde entonces, la investigación ha sufrido numerosos tropiezos. El disco, una de las pruebas de cargo esenciales, se perdió en la sede judicial y fue hallado partido en dos mitades. El oficio judicial en el que se pedía al Cuerpo Nacional de Policía que investigara la denuncia encalló en la comisaría de Marbella seis meses por razones todavía desconocidas.
En esta nueva entrega de la investigación, el juzgado número 2 de Marbella ha tomado declaración al director de una clínica de estética de Marbella arrestado en la operación de Asuntos Internos en marzo de 2008, pero que no irá al juicio porque le archivaron todos los cargos. El cirujano, de iniciales P. J. A., asegura que dos inspectores jefe de Asuntos Internos, que calcula tendrían entre 45 y 55 años, le pidieron durante su detención que reconociera haber entregado 30.000 euros al agente C.F. para que “desarrollara funciones más fuertes de lo normal” contra una tercera persona con la que el médico estaba enemistado. “Me dijeron que no pasaba nada porque el delito de cohecho no supone cárcel”, mantuvo en sede judicial.
Según su testimonio, a cambio, le ofrecieron suministrarle “tres pruebas mayores” para “mandar a la cárcel” a la persona con la que supuestamente se llevaba mal, pero al negarse, le amenazaron con imputarle un delito de falsedad documental e intrusismo profesional, por los que finalmente tuvo que responder, aunque no prosperaron. “Me dijeron que todo esto se pondría muy feo para mí”, mantuvo. El facultativo quedó en libertad bajo fianza de 30.000 euros.
Dos jefes antimafia, al banquillo
La investigación judicial contra el grupo de Asuntos Internos está íntimamente ligada con un juicio que empieza el próximo martes en Málaga. Dos antiguos mandos antimafia de la Costa del Sol que llevan cuatro años apartados del Cuerpo Nacional de Policía se sientan este martes en el banquillo de los acusados por una serie de irregularidades en el trabajo policial, como apropiarse de objetos intervenidos en los registros. El inspector C. F. se enfrenta a una petición fiscal de 19 años de prisión por quebrantamiento de condena, malversación, falsedad y detención ilegal. El fiscal reclama ocho años de cárcel para su superior, A. M., acusado de malversación, tenencia ilícita de armas, omisión del deber de perseguir delitos, quebrantamiento de condena y cohecho. En el caso también será juzgado I. O., que supuestamente le hacía de confidente a C. F., para el que se reclama cuatro años y medio de privación de libertad.
La Sección Novena ha reservado 20 sesiones hasta el mes de junio para celebrar el juicio, en el que hay citados numerosos testigos.
Los mandos de la Unidad contra las Drogas y el Crimen Organizado (Udyco) fueron detenidos en marzo de 2008, tras una investigación del grupo X de Asuntos Internos. En un principio fueron arrestados otros dos jefes policiales y cuatro personas más, pero durante la instrucción se han archivado los cargos contra ellos.
El trabajo de los agentes de Asuntos Internos se ha cuestionado en varias ocasiones durante la instrucción. El juzgado número dos de Marbella tiene abierta una causa en la que se investiga si se extorsionó a un empresario marbellí y a uno de sus arrestados para conseguir que implicaran al inspector C. F. en hechos delictivos. Además, uno de los mandos arrestados al que le archivaron los cargos presento una querella criminal contra ellos, que finalmente no prosperó.
Esta es la segunda ocasión en la que mandos de la Udyco Costa del Sol van a juicio en los últimos años. El inspector jefe A. M. ya se sentó en el banquillo en la primera ocasión, pero el Tribunal Supremo terminó anulando una condena de 18 meses porque las pruebas que se presentaron estaban viciadas desde el principio
El Supremo consideró que los delitos por los que fueron juzgados entonces no tenían nada que ver "ni remotamente" con las acusaciones por las que se abrió la investigación, algo que se ha vuelto a repetir en este caso, según fuentes de las defensas.
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