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Archivada la denuncia por extorsión contra dos policías de asuntos internos

La prueba clave del caso, un CD, se partió en dos en la sede del juzgado

Juana Viúdez

La denuncia por extorsión contra dos agentes de Asuntos Internos que investigaban un caso de corrupción policial en la Costa del Sol ha sufrido una serie de reveses propia de una historia de conspiraciones desde que se interpuso en julio de 2007. Entre ellos, la destrucción de su prueba principal, un disco compacto que fue hallado partido en dos mitades en el juzgado; o la declaración judicial de una subinspectora que, cuando le preguntaron por qué no se había investigado nada del asunto, aseguró que el comisario marbellí, por aquel entonces Anselmo Palma, le ordenó que entregara la documentación, destruyera las copias y se olvidara del asunto porque ya se encargaba Asuntos Internos.

Una agente declaró al juez que no se investigó por orden de un comisario

El juzgado número 2 de Marbella, encargado de la investigación, ha archivado provisionalmente el caso "por falta de justificación de delito". El fiscal pidió que se tomara esta decisión porque no veía indicios delictivos, aseguran fuentes judiciales. Las acusaciones han recurrido.

La denuncia, interpuesta por un empresario marbellí, tiene todos los elementos de las novelas suecas de intriga. En ella hay dos amantes que se hablan en clave, policías que graban sus citas clandestinas en vídeo, y un intento de chantaje que acaba en los juzgados. El denunciante, David Morales Jiménez, dice que en julio de 2007 dos personas que decían ser policías, y de los que aporta una detallada descripción, le entregaron un CD con un vídeo que le comprometía sentimentalmente.

Según su relato, le pidieron que les diese información sobre una de las personas que estaban investigando a cambio de no difundirlo, pero él decidió denunciarlo. Morales pensaba que los agentes que supuestamente intentaban chantajearlo eran de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco), y pidió al juzgado que investigara si los días en los que grabaron sus encuentros amorosos se le estaban haciendo vigilancias. El grupo X de la Unidad de Asuntos Internos tenía una investigación en la Costa del Sol en la que figura David Morales y la mujer con la que mantenía la relación secreta. Ambos estaban relacionados con uno de los mandos de la Udyco que Asuntos Internos investigaba, y que fue imputado.

Aunque a los pocos meses se dictó el archivo provisional, el interés del denunciante por que el asunto no cayera en el olvido, y los constantes escritos de su abogado, consiguieron que el juez Francisco García Valverde lo reabriera en enero de 2008. El juez pidió entonces a la comisaría de Marbella que investigara. Doce días después, Morales fue citado en la Unidad de Delitos Especiales y Violentos (UDEV), pero la agente que le atendió echó en falta la prueba principal, el CD que aportaron en la denuncia.

El denunciante y el juez pidieron en varias ocasiones que se hicieran copias del disco, hasta el secretario judicial explicó en una diligencia el 11 de julio de 2008 que el CD no llegó a registrarse en el libro de piezas de convicción del juzgado y que lo habían encontrado "roto en dos mitades", y que él no podía dar fe de su estado inicial porque en esa fecha aún no ocupaba la plaza. El CD se envió a los servicios informáticos judiciales y policiales, pero no ha habido forma de repararlo, ni de recuperar su contenido.

El 29 de julio de 2008 el juzgado reclamó resultados a la comisaría de Marbella. Ese mismo día, el comisario local Francisco Arrebola informó de que el caso se asignó al grupo II de la UDEV.

El juez pidió explicaciones a la subinspectora, quien declaró que el jefe de la comisaría marbellí, por aquel entonces Anselmo Palma, le ordenó a través de una persona interpuesta que se olvidase de la investigación, porque a partir de ese momento se iba a hacer cargo Asuntos Internos. "Me dijeron que entregase el original del oficio [en el que el juzgado pedía que investigasen] y la documentación adjunta al jefe de la dependencia, y también que si tenía alguna copia la destruyese", mantuvo.

La agente declaró que solicitó una consulta del nombre del denunciado en el GATI, base de datos policial, pero "a raíz de esa petición" se pusieron en contacto con ella, "aunque no sabía quién", y le dijeron que ya se encargaría Asuntos Internos.

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Sobre la firma

Juana Viúdez
Es redactora de la sección de España, donde realiza labores de redacción y edición. Ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario Málaga Hoy y en Cadena Ser. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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