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Caballero aprueba unos “presupuestos de izquierdas” con el apoyo nacionalista

Las cuentas dedican 14,3 millones a inversiones e incrementan el gasto social en casi un 11%

El pleno municipal de Vigo aprobó ayer unos presupuestos para 2012 de 220,4 millones de euros, un 2% menos que en 2011 pero que incrementan el gasto social en casi un 11% (10,6 millones) con respecto al año pasado. “Ahora sí son unos presupuestos de izquierdas porque responden a las necesidades de nuestra ciudad y distribuyen mejor la riqueza”, afirmó Santiago Domínguez, portavoz del BNG, gracias a cuyos votos pudo el gobierno de Abel Caballero aprobar las cuentas pese a la oposición del PP, que las votó en contra.

Los presupuestos aprobados inicialmente dedican 14,3 millones a inversiones, según destacó la concejal de Hacienda, Raquel Díaz, que señaló a Vigo como “la primera ciudad de España que los presenta adaptados al decreto de Rajoy de 31 de diciembre”. Las cuentas rebajan las dedicaciones exclusivas de los concejales y el gasto en asesores, también reducen los gastos corrientes no sociales en 3,5 millones y reducen la deuda pública municipal a 11,5 millones. Otras partidas con cambios significativos refieren un 10,8% de aumento para deportes y del 9,178% para transporte público (10,7 millones más).

Las partidas dedicadas a creación de empleo superan los cinco millones de euros, un 98% más que el año pasado, a lo que cabe sumar otra partida de 12,5 millones para “políticas keynesianas” de empleo, es decir, a humanizaciones de diversas calles, aunque, según Domínguez, esa política no genera empleo, como demostrarían los datos de paro en Vigo. El BNG, no obstante, aprobó las cuentas tras reducir en tres millones la partida inicial destinada a ellas y advirtiendo de que su apoyo “no es un cheque en blanco”, sino que el gobierno “tendrá que cumplir sus compromisos”, como los convenios vecinales.

El PP votó en contra por tratarse, según su portavoz, José Manuel Figueroa, de un “presupuesto clientelar, hecho a la medida de un mal gobierno y un peor alcalde para satisfacer las necesidades electorales del PSOE”. Las enmiendas que presentó, por importe de 3,3 millones, fueron rechazadas.

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