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La cooperativa de l'Aldea presentará concurso de acreedores para sobrevivir

La entidad se reestructurará y cerrará la sección de crédito

La cooperativa de l'Aldea (Baix Ebre), cuya sección de crédito bloqueó las cuentas sus más de 3.000 socios el año pasado, provocando un corralito en la localidad, intentará seguir adelante y sobrevivir. Para ello, presentará concurso de acreedores, reestructurá su actividad y se desprenderá de su sección de crédito. Así lo han decidido los socios en una multitudinaria asamblea celebrada este viernes, en un intento por recuperar el máximo dinero bloqueado. La postura, que fue tomada durante la noche del jueves, ha sido ratificada de manera oficial con 274 votos a favor y 5 abstenciones. Tan solo 35 socios optaron por no votar.

El lunes prevén presentar concurso de acreedores y de ahora en adelante los impositores tomarán las riendas de la cooperativa. Será en junio cuando tomará el relevo una nueva junta rectora formada por afectados por el corralito. Mientras, seguirá una junta de transición. “Hemos escogido la opción menos mala, queremos salvar la cooperativa”, explica el presidente de la junta, José Ramón Falcó. Estos meses deberán tomar decisiones drásticas. Entre ellas, revisar los contratos de los empleados de la entidad. Tras el despido del gerente y otro empleado, la plantilla la forman 12 personas, aunque prevén presentar un ERE. La sección de crédito se utilizará como oficina de la cooperativa. Precisamente, una de las exigencias de la Generalitat era extinguirla. Así, aprovecharán los ordenadores para empezar a poner orden y llevar al día la sección agrícola. Sin embargo, no descartan resucitarla dentro de unos años, si la situación se estabiliza.

Ahora todos los esfuerzos se centran en multiplicar la producción. Para ello deberán encontrar nuevos socios agricultores, además de aumentar las hectáreas de terreno cultivado. En la actualidad se siembran 50 hectáreas y el plan de viabilidad exige llegar hasta las 150. Según ha trascendido, la Generalitat está buscando en los pueblos de alrededor de L'Aldea estos nuevos agricultores que contribuyan a salvar la entidad. “La asamblea tiene que pasar a la historia: Ha sido muy pacífica y amistosa a pesar de los nervios acumulados de todos los socios”, expresa Falcó.

La Generalitat había prometido realizar un nuevo desbloqueo de cuentas antes de finales de mes. Los impositores con ahorros bloqueados recibirán entre este viernes y el lunes 1.000 euros por libreta, generados por la propia actividad de la cooperativa. “Son 300.000 euros en total, no es lo que había dicho la Generalitat en un principio”, dice el presidente de la junta. El ejecutivo catalán preveía liquidar todas las cuentas a la vista y el 50% de las cuentas a plazo, objetivo que queda lejos de cumplirse. Falcó calcula que hay bloqueados 4,3 millones de euros de 321 impositores. “Me reservo mi opinión sobre la Generalitat, una cooperativa necesita la ayuda del departamento de Economía, han dado falsas esperanzas, la gente está muy decepcionada con ellos, ha habido reuniones extraoficiales y nos han apartado como si tuviésemos la lepra, cuando nos estamos rompiendo los codos cada día de tanto trabajar”, añade el presidente de la junta.

Los afectados, cuando tomen las riendas de la cooperativa, quieren forzar la implicación de la Generalitat a través del Instituto del Crédito Oficial (ICO) o del Instituto Catalán del Crédito Agrario. Los socios viven con incertidumbre el bloqueo de dinero, pero tras la decisión de seguir adelante con la cooperativa tienen también nuevas esperanzas. “Hay que llevar género, crear beneficios, devolver la confianza perdida, a partir del martes celebraremos reuniones para empezar la nueva etapa”, concluye Ramón Carles, portavoz de la plataforma de afectados por el corralito.

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